Secciones
Servicios
Destacamos
Joana Serra
Berlín
Lunes, 30 de enero 2023
El canciller alemán, Olaf Scholz, tardó semanas en dar luz verde al envío de los Leopard 2 que ansía Ucrania, tanto los de su Ejército como los de sus aliados, que también le competen puesto que todos son de fabricación germana. Y ahora da por ... zanjada de antemano la siguiente entrega de armas que reclama Kiev, la de aviones de combate. «Tras ese debate hay una carrera por la competitividad», afirmó durante la gira que realiza por América Latina. Detrás de las ofertas hay «intereses de política interna» y no un apoyo sincero a la defensa de Ucrania, añadió.
A esas declaraciones públicas de Scholz había precedido una fuerte discusión interna a escala de su Gobierno, según el 'Spiegel', en que el canciller atribuyó ciertos «ímpetus belicistas» a los defensores de entregar más y más armas a Ucrania. No queda claro, admite ese medio, si por «belicistas» entendía el canciller a los socios de su coalición que más presionaron a favor de los envíos de los Leopard, los Verdes, o a aliados que, como Polonia, también le apretaron las tuercas hasta que liberó sus carros de combate. Varsovia está, de nuevo, entre los primeros miembros de la OTAN dispuestos a facilitar los cazas que el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, reclama a sus aliados occidentales.
Noticias Relacionadas
«La cuestión está cerrada. No hay nada que añadir», aseguró este lunes el ministro de Defensa, Boris Pistorius. «Los contenidos de este tipo de reuniones son confidenciales», recordó, por su parte, la viceportavoz de Scholz, Christine Hoffmann, requerida a aclarar si el canciller había utilizado o no el término «belicistas» y, en caso afirmativo, a quién se refería.
El nerviosismo de Scholz respecto a un posible envío de cazas parecería exagerado. Así como los Leopard 2 implican directamente a Alemania, tanto si son tanques propios como ajenos, en el caso de los aviones de combate podría inhibirse. No hay una petición expresa, ni a sus fuerzas aéreas ni a sus fabricantes.
Pero el mismo día en que Scholz anunció su disposición a enviar 14 carros de combate de sus Fuerzas Armadas -del total de 88- o dos batallones que deben salir de los aliados, principalmente europeos-, el canciller afirmó desde el Bundestag (Parlamento federal) que no habría envío de aviones. «No habrá ninguna participación directa de soldados de la OTAN en la guerra de Ucrania», sostuvo. No era la primera vez que hacía este tipo de afirmaciones. De hecho, le ha correspondido repetirlo cada vez que Alemania ha atravesado lo que durante bastante tiempo fueron las líneas rojas en materia de Defensa. Desde el momento en que accedió a suministrar armas, en los días siguientes al inicio de la invasión, a las sucesivas autorizaciones a entregar carros ligeros o defensivos, como los Marder y los Gepard'.
Con ello se quebró ya la norma general de no armar regiones en guerra. De los blindados ligeros y los sistemas de defensa antiaérea se pasó a los carros de combate. Sin haberse llegado a concretar siquiera la aportación que hará cada país aliado, se entró a hablar de cazas e incluso de submarinos -que sí podrían ser alemanes-.
Lo interesante, desde la perspectiva interna alemana, es que los motores de esas líneas rojas que ha ido cruzando Scholz, generalmente a regañadientes, no son ni su Partido Socialdemócrata ni sus socios del Partido Liberal, que tradicionalmente representan los intereses de la industria y, en ese caso, el poderío exportador. Han sido los Verdes, el partido de la ministra de Asuntos Exteriores, Annalena Baerbock, y de su ministro de Economía, Robert Habeck, con rango de vicecanciller y al frente de un departamento al que corresponde aprobar toda exportación.
Ambas figuras del partido ecologista han respaldado con vigor las peticiones de Zelenski. Y fue Baerbock quien, en el momento en que aparentemente Scholz aún dudaba, afirmó ante un medio francés que su país no bloquearía una solicitud de entrega de sus Leopard, en caso que presentarla. Horas después, se anunciaba desde Cancillería la luz verde al envío de los Leopard 2.
Anoche se conoció que Francia y Holanda no descartan enviar aviones de combate a Ucrania. Aunque con cautela y sin insinuar que sea inminente, el presidente, Emmanuel Macron, y el primer ministro, Mark Rutte, coincideron este lunes en La Haya en que sería posible la entrega de cazabombarderos a Kiev. Por el contrario, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha rechazado tajantemente esta posibilidad al ser preguntado por periodistas en la Casa Blanca.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.