Un grupo de ultraizquierda asume el sabotaje de la fábrica de Tesla al sur de Berlín

La Policía había informado antes de un incendio, que calificó de intencionado, en una subestación eléctrica en la región de Grünheide, al sureste de Berlín y donde Tesla tiene su única 'Gigafactoría' europea. El fuego fue el causante del corte del suministro, que obligó además a evacuar la factoría de Tesla. El incendio se produjo tras una fuerte detonación a primeras horas de esta mañana. Los bomberos acudieron inmediatamente a sofocarlo, mientras los agentes investigan el caso al considerar que fue provocado. El apagón afectó también a la pequeña localidad de Erkner, de 12.000 habitantes y a algunos barrios de Berlín.

Artificieros de la Policía acudieron también al lugar del sabotaje, después de que junto a la subestación eléctrica fuera hallada una tienda de campaña presuntamente de los autores del sabotaje con un cartel en el que se advertía de la presencia de explosivos. Los bomberos tuvieron que suspender sus labores hasta asegurarse de que la zona era segura, mientras los agentes acordonaban el lugar.

Un portavoz de Tesla destacó que los responsables de la 'Gigafactoría' alemana han tomado todas las medidas necesarias para salvaguardar las instalaciones y comentó que, tras contactar con la empresa responsable de su suministro eléctrico, no esperaban que este sea reactivado con rapidez y que la producción se verá suspendida probablemente toda la jornada, lo que dará lugar a pérdidas millonarias.

Activistas de 'Vulkangruppe' son sospechosos de la comisión de un atentado similar en 2021 contra la fábrica de Tesla cuando esta se encontraba en construcción. También entonces provocaron un corte en el suministro eléctrico. La organización radical de izquierdas acusó en un comunicado a la empresa del multimillonario Elon Musk de «no ser verde, ecológica ni social». Michael Stübgen, ministro de Interior del Estado de Brandeburgo, declaró tras el sabotaje deeste martes que «si se confirman las primeras investigaciones, se trata de un pérfido atentado contra nuestras infraestructuras eléctricas» y advirtió de que «esto tendrá consecuencias» y que «el estado de derecho responderá con toda su dureza». También el primer ministro de Brandeburgo, Dietmar Woidke, condenó enérgicamente el ataque y afirmó que «atentados contra nuestras infraestructuras críticas son una forma de terrorismo».

El pasado jueves un centenar de activistas medioambientales levantaron un campamento y construyeron una decena de chabolas en los árboles en un bosque situado al este de la fábrica de Tesla, donde la empresa del multimillonario estadounidense Elon Musk tiene previsto ampliar su factoría, para lo que será necesario talar varias hectáreas de pinos. Los protagonistas de la protesta anunciaron entonces que tienen intención de aguantar el tiempo que haga falta para impedir la ampliación de la fábrica. La Policía comunicó al respecto que tolerará la ocupación del bosque hasta el próximo 15 de marzo bajo estrictas condiciones como la prohibición de hacer fuego o de dejar basura en el lugar.

Hasta ahora la protesta protagonizada por las iniciativas 'Tesla stoppen' y 'Robin Wood' se había desarrollado de manera pacífica. También la iniciativa ciudadana Grünheide, que reúne a habitantes de las poblaciones cercanas a la fábrica de Tesla, es contraria a una ampliación de la fábrica en la que actualmente trabajan unos 12.500 operarios. Junto a la ya existente 'Gigafactoría', que ocupa una superficie de 300 hectáreas, Tesla proyecta levantar una estación propia de ferrocarril para el suministro de piezas y la salida de los vehículos producidos, así como varios pabellones de almacenamiento y un jardín de infancia para los hijos de sus empleados. Para ello será necesario talar más de 100 hectáreas de bosque.

Woidke subrayó hace unos días que la oposición popular a los planes del fabricante estadounidense se debe fundamentalmente a la falta de contactos entre la empresa de Musk y la población local. «No es nada nuevo que Tesla debe mejorar su comunicación. Creo que ahí hay un gran potencial, del que se puede obtener también una respuesta positiva», dijo Woidke el lunes, al comentar las protestas contra los proyectos de la empresa automotriz estadounidense. El primer ministro de la región que rodea la ciudad-estado de Berlín subrayó que Tesla debe buscar el diálogo directo con las autoridades locales, después de que los habitantes de la región de Grünheide votaran en una consulta popular celebrada hace dos semanas en contra de los planes de ampliación de la empresa de Musk. Dos tercios de los participantes en la consulta rechazaron esos planes, que deben ser aprobados por la municipalidad.