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La Inteligencia del Ministerio de Defensa británico estima que «Rusia ha perfeccionado sus tácticas para frenar las operaciones en el marco de la contraofensiva de las tropas ucranianas en el sur del país». Según su último informe, «la Federación Rusa está utilizando activamente minas antitanque ... como parte de sus tácticas». Los datos observados indican que «en algunas áreas se utilizaron muchas más que las previstas, la densidad de los campos sembrados con estos artefactos explosivos es enorme».
Londres señala asimismo que «Rusia en su estrategia trata también de atacar los vehículos blindados ucranianos con drones, helicópteros de ataque y artillería» para impedir su progresión en el campo de batalla. «Aunque la Federación Rusa pudo hasta cierto punto frenar el avance de las fuerzas de defensa ucraniana en las primeras etapas de la contraofensiva, el ejército ruso se enfrenta a problemas como unidades sobrecargadas y escasez de municiones para la artillería», asegura la Inteligencia británica.
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En lo referente al frente de Donbás, el portavoz del Estado Mayor del ejército ucraniano, Andri Kovaliov, ha afirmado este martes que «al norte y el sur de la ciudad de Bajmut, las Fuerzas de Defensa siguen presionando al enemigo, expulsándolo de las líneas que habían previamente capturado». Las tropas de Kiev «han tenido un éxito parcial y están atrincheradas en las posiciones conquistadas (…) están resistiendo con fiereza», explica, subrayando que las unidades rusas «están sufriendo enormes pérdidas».
A través de su cuenta de Facebook, el Estado Mayor ucraniano señala que el ejército de este país, «bajo intenso fuego de aviones y artillería enemiga, ha repelido exitosamente nueve ataques enemigos» en el entorno de las localidades de Grigórivka, Bojdánivka, Ivanivska y Biela Gora en las últimas 24 horas. El parte indica, además, que la Fuerza Aérea de Kiev ha bombardeado en ese mismo espacio de tiempo «16 puntos de concentración de tropas enemigas».
«Los ucranianos entienden y saben por qué luchan; los rusos no tienen idea de por qué combaten», sostiene el presidente del Comité Militar de la OTAN, el almirante holandés Rob Bauer, en una reciente entrevista. En su opinión, el suministro de aviones de combate a Ucrania «no se decidirá a corto plazo para esta contraofensiva». Al mismo tiempo, confía en la superioridad sobre los invasores. «Creo que Ucrania tiene una ventaja porque tiene sistemas de armas occidentales, tiene mejor entrenamiento y, lo que es más importante, tiene una moral y una motivación mucho más altas», recalca Bauer.
El ministro de Exteriores ucraniano, Dmitro Kuleba, considera que las continuas informaciones sobre la lentitud con la que discurre la contraofensiva de las tropas de Kiev para recuperar los territorios ocupados por Rusia «no influye en la determinación de Occidente de seguir suministrando armas a nuestro Estado». Sin embargo, cree que muchos medios de comunicación estadounidenses y europeos «consiguen desanimar a la población de sus países» en cuanto a lo acertado de seguir o no concediendo apoyo militar a Ucrania. Y eso puede crear una «presión negativa» de parte de la ciudadanía hacia los dirigentes de esas naciones.
Por otro lado, las autoridades ucranianas informaban este martes que al menos 31 personas resultaron heridas, entre ellas varios menores, en un ataque ruso contra la ciudad de Piervomaisk, en la región de Járkov. La Fiscalía de esa zona estima que Rusia ha utilizado en el bombardeo misiles Iskander. «De acuerdo con las pesquisas realizadas, sobre las 13.30, las fuerzas rusas han llevado a cabo un ataque con misiles contra un barrio residencial de la ciudad de Piervomaisk. Entre los heridos hay al menos una decena de niños», recoge en un comunicado.
Horas antes, por la mañana, dos civiles perdieron la vida bajo las bombas de la artillería rusa en un ataque contra la ciudad de Jersón y otras dos personas resultaron heridas. La Fiscalía ha informado también de «daños en edificios de viviendas» y ha anunciado que «se están recogiendo evidencias en los lugares atacados para documentar posibles crímenes de guerra» por parte de las tropas del Kremlin.
Oleksander Lisenko, alcalde de la ciudad de Sumi, atacada el lunes con drones rusos, ha elevado el número de muertos a tres y a 21 el de heridos. Uno de los aparatos volantes no tripulados alcanzó un edificio de viviendas de cinco pisos, dos de cuyas plantas altas de uno de los portales quedaron completamente destruidas. «Cuatro personas siguen hospitalizadas como resultado del ataque enemigo. Mis condolencias a todos los familiares, amigos y seres queridos de las víctimas (…) no habrá perdón para quienes cometen estos crímenes».
El monasterio de San Miguel de Kiev acogió este martes el último adiós a la escritora ucraniana Victoria Amelina, de 37 años, que falleció el sábado por las heridas sufridas hace una semana en el bombardeo contra una pizzería en Kramatorsk donde murieron otras doce personas. La novelista había decidido documentar la guerra tras la desaparición de un colega de profesión durante la invasión rusa. Al funeral acudieron otros autores, periodistas e intelectuales de su país que destacaron su empeño por buscar la justicia. «Era una defensora de la verdad», subrayaron desde la ONG Truth Hounds.
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