Rusia declara el estado de emergencia en Bélgorod ante la ofensiva de Ucrania

La región rusa de Bélgorod, objeto de constantes ataques de las fuerzas ucranianas y vecina de la de Kursk, ha declarado este miércoles el estado de emergencia de carácter regional como primer paso, según ha reconocido el gobernador local, Viacheslav Gladkov, al establecimiento del estado de emergencia a nivel federal.

El anuncio de la declaración del estado de emergencia en Bélgorod la hizo el propio Gladkov, quien, a través de su canal de Telegram, dijo que «la situación en nuestra región sigue siendo extremadamente difícil y tensa, con bombardeos diarios de las Fuerzas Armadas de Ucrania, casas destruidas y civiles heridos y muertos».

«Por lo tanto, a partir de hoy tomamos esta decisión en todo el territorio de la región con el fin de proteger adicionalmente a la población (…) declarando la emergencia a nivel regional, seguido de un llamamiento a la comisión gubernamental con la solicitud de declarar a continuación la emergencia a nivel federal», aseguró el gobernador de Bélgorod.

En la vecina Kursk, en donde las tropas ucranianas ocupan, según Kiev, una superficie de mil kilómetros cuadrados de territorio y casi 80 localidades fue establecido el estado de emergencia regional el pasado 7 de agosto, justo al día siguiente de que el Ejército ucraniano iniciara su incursión, y el estado de emergencia federal lo declararon el viernes.

Esta medida, que implica fundamentalmente al Ministerio de Protección Civil ruso (MChS), está prevista en caso de catástrofes de todo tipo, incluidas las de carácter natural, incendios de gran magnitud y para hacer frente a las necesidades de la población civil en caso de conflictos armados. Prevén evacuaciones, como las que ya se están llevando a cabo desde el fin de semana en Kursk y Bélgorod, restricción de acceso a las zonas más peligrosas, evitar la acción de saqueadores, creación de centros de acogida y reparación urgente de infraestructuras vitales que hayan podido sufrir daños, en este caso a causa de los bombardeos. Se habla ya de la posible evacuación de la ciudad de Kursk, el centro administrativo de la región.

Además, desde el sábado, en las regiones de Bélgorod, Kursk y Briansk está vigente el estado de alerta antiterrorista establecido por el Comité Nacional Antiterrorista de Rusia (NAK), medida más bien dirigida, no contra las tropas ucranianas, contra las que ya lucha en Ejército de Moscú en su intento de expulsarlas de territorio ruso, sino contra la población civil para restringir su privacidad, movimientos y derechos de propiedad. También para impedir protestas y difusión de vídeos que pongan en cuestión la eficacia de las Fuerzas Armadas rusas.

Elpresidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró este miércoles en su canal de Telegram que «estamos avanzando en la región de Kursk, uno o dos kilómetros en varias direcciones desde que comenzó el día. Hemos apresado a más de cien militares rusos durante este período. Estoy agradecido a todos los que han participado. Esto acelerará el regreso de nuestros hombres y mujeres a casa». Estos datos le habían sido suministrados por el comandante en jefe del Ejército ucraniano, el general Oleksander Sirski.

Zelenski se ha referido también a la situación de sus tropas en la región de Donetsk, en donde el Ejército ruso se encuentra ya a las puertas de las localidades de Pokrovsk y Toretsk, señalando que «no nos olvidamos ni un segundo de nuestro frente oriental. He dado orden de que se refuerce con los equipos y suministros de nuestros aliados».

Sin embargo, distintas fuentes aseguran que Kiev está trasladando tropas a Kursk desde el frente ucraniano. Rusia, según todos los indicios, también está haciendo lo mismo. Además, el ministro de Defensa de Lituania, Laurynas Kasciunas, declaró este miércoles que parte de las fuerzas que Moscú tiene desplegadas en el enclave de Kaliningrado, la antigua Königsberg, también están siendo enviadas a Kursk, con lo que esta región rusa se ha convertido ya en el principal foco de enfrentamiento entre Rusia y Ucrania.

Las televisiones ucranianas mostraron este miércoles imágenes de un reparto de ayuda humanitaria en la localidad de Sudzha, por donde entraron las tropas ucranianas el pasado 6 de agosto y situada el sur de la región de Kursk, en la misma frontera con Ucrania. Se ve también cómo los soldados ucranianos arrían la bandera rusa de un edificio. Sirski informó a Zelenski de la total victoria de sus unidades en Sudzha, en cuyos sótanos han hallado un centenar de civiles, con niños incluidos, que se refugiaron allí desde el primer momento de la operación ucraniana. El vídeo muestra también una columna de vehículos rusos calcinados a la entrada de Sudzha. La viceprimera ministra ucraniana, Irina Vereshuk, ha declarado a través de Telegram que su país «está creando una zona de seguridad y abrirá corredores humanitarios en la región de Kursk, que permitirán la evacuación de civiles».

Por otro lado, el Ejército ucraniano, llevó a cabo durante la madrugada del miércoles ataques con drones contra cuatro aeródromos militares rusos: uno situado en las afueras de la ciudad de Vorónezh, la base aérea de Borisoglebsk, al este de la región de Vorónezh, el aeródromo de Savasleika en la región de Nizhni Nóvgorod y otro más en la región de Kursk. Se trata del mayor ataque con drones realizado hasta ahora por Ucrania contra infraestructuras militares rusas, según la publicación Ukraínskaya Pravda, con el objetivo de destruir aviones que Rusia utiliza habitualmente en sus bombardeos. El Ejército ucraniano afirma haber destruido un avión de combate ruso Su-34 en la región de Kursk.

Las regiones rusas afectadas por los ataques de los aparatos aéreos no tripulados ucranianos fueron esta vez Kursk, Bélgorod, Oriol, Rostov del Don, Vorónezh, Nizhni Nóvgorod, Volgogrado y Briansk. El Ministerio de Defensa ruso afirma que el martes por la noche los sistemas de defensa antiaérea del Ejército ruso derribaron 117 drones ucranianos en ocho regiones del país, así como cuatro misiles tácticos.

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