El museo de Leópolis dedicado a un comandante ucraniano fue destruido en Nochevieja. Efe

Rusia cubre la Nochevieja ucraniana con una lluvia de drones explosivos

Moscú responde así a la ofensiva de su enemigo sobre el enclave de Belgorod que causó 25 muertos

Lunes, 1 de enero 2024, 18:52

El Ejército ruso ha abierto 2024 lanzando una tormenta de drones bomba sobre Ucrania. Esta guerra, que comenzó en febrero de 2022, no parece ver su final. Mientras en muchos países sonaban cohetes festivos para celebrar el inicio del año, sobre suelo ucraniano sobrevolaron 90 ... aeronaves no tripuladas y de fabricación iraní. La mayoría fueron interceptadas por las defensas ucranianas, pero, aún así, causaron un muerto. El conflicto ha vivido un fin de año muy convulso. Moscú ordenó el viernes un bombardeo masivo sobre territorio enemigo que se saldó con 40 fallecidos. Como respuesta, las fuerzas armadas ucranianas atacaron durante el fin de semana varios enclaves rusos, incluido Belgorod, y murieron 25 personas. La réplica de Vladímir Putin ha sido la lluvia de drones de Nochevieja.

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El cambio de año no varió la rutina de la guerra. En Ucrania, un joven murió en Odesa. Parte del fuselaje de uno de los drones rusos neutralizados impactó contra la casa de la víctima. Hay, además, una veintena de heridos. En Donetsk, ciudad ocupada por Rusia desde 2014, un ataque ucraniano causó cuatro muertos y 13 heridos, según las autoridades locales.

La guerra se alarga. Durante su discurso de Año Nuevo, Volodymyr Zelenski prometió «devastar» a las fuerzas rusas que han invadido su país. El presidente ucraniano trataba así de animar a su población tras un año marcado por el fracaso de la contraofensiva de verano y sin avances en un frente paralizado. «El año que viene (en referencia a 2024), el enemigo sufrirá los estragos de nuestra producción armamentística nacional», pronosticó.

Zelenski anunció que Ucrania tendrá al menos «un millón» de drones adicionales en su arsenal y que comenzará a utilizar los aviones de combate F-16 suministrados por sus socios occidentales. «Nuestros pilotos ya dominan los F-16 y pronto los veremos en nuestros cielos. El enemigo comprobará nuestra ira», prometió.

«No quedará impune»

En la parte rusa de este tablero bélico, Vladímir eludió el tono bélico en su discurso de fin de año. Pero aprovechó su visita a un hospital militar para comprometerse a «intensificar los ataques contra objetivos militares en Ucrania en represalia por el bombardeo sin precedentes perpetrado por el ejército ucraniano contra la ciudad rusa de Belgorod el fin de semana». El presidente ruso fue tajante: «Ningún crimen contra civiles quedará impune, eso es seguro», declaró.

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Esa ofensiva irá, según detalló, dirigida contra instalaciones del ejército enemigo. «Usamos armas de precisión para atacar centros de toma de decisiones, lugares donde se reúnen soldados y mercenarios, y otros núcleos de este tipo, sobre todo instalaciones militares», prosiguió Putin, que calificó de «acto terrorista» el bombardeo que dejó al menos 25 muertos, entre ellos cinco niños, y más de 100 heridos el sábado en la localidad rusa de Belgorod, en la frontera con Ucrania. Y acusó a las fuerzas enemigas de atacar el «centro de la ciudad, donde la gente se pasea antes de Nochevieja». Según el gobernador de la región, Viacheslav Gladkov, ha sido la agresión más mortífera contra civiles en Rusia desde el inicio de la guerra.

Putin quiso también dejar claro que «Ucrania no es un enemigo» en sí mismo, ya que, a su juicio, es Occidente el que utiliza a las autoridades de Kiev para «arreglar susproblemas» con Rusia. «Nosotros también queremos poner fin al conflicto, y lo antes posible, pero sólo en nuestros términos», subrayó Putin. «No queremos luchar hasta el infinito, aunque tampoco vamos a abandonar nuestras posiciones», zanjó.

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