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Camiones procedentes de puertos de Escocia, Inglaterra y Gales están desembarcando en el puerto de Belfast desde la mañana del domingo, siguiendo las reglas establecidas en el Marco Windsor, acordado en febrero por la presidenta de la Unión Europea, Ursula von der Leyen, y el ... primer ministro británico, Rishi Sunak. Pero el unionismo norirlandés no lo celebra como su logro.
El nuevo reglamento modifica aspectos del Protocolo irlandés firmado entre la UE y el Reino Unido en el paquete del Brexit, en 2020. Los transportistas autorizados llegan por una línea verde tras haber registrado sus mercancías y quienes llevan bienes susceptibles de ser vendidos en la república de Irlanda se someten a controles en una línea roja.
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El cambio más notable para los consumidores es la aparición en los comercios de productos con el label 'No para la UE'. El ministro para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, ha afirmado que el sistema es «increíblemente sencillo» y que está en la 'fase final' de una conservación con el mayor partido unionista, DUP, sobre algunos cambios en su aplicación.
Durante tres años, Londres y Bruselas insistieron en que el Protocolo no podía modificarse, a pesar de que llevó al DUP liderado por Jeffrey Donaldson a boicotear el Gobierno autonómico de Belfast. Finalmente, fue modificado, pero el Marco Windsor consolida la frontera aduanera entre la provincia y el resto del Reino Unido lo ven como una merma de cu ciudadanía británica.
Doug Beattie, líder del Partido Unionista del Ulster (UUP), que no apoyó el Brexit, afirmaba este lunes en el diario 'News Letter': «Me siento hoy tan británico como ayer». El abogado Jamie Bryson, que ha emergido como portavoz del unionismo más radical, ha escrito a los líderes prometiendo protestas callejeras y acoso a los candidatos unionistas que respalden la aplicación del nuevo sistema.
El Sinn Féin, que ocuparía la posición de ministra principal en el Ejecutivo autonómico, afirma que hay hartazgo con la posición del DUP, pero Donaldson tiene un margen de maniobra estrecho. Los votantes de su partido y algunos dirigentes se oponen a la restauración. Se menciona una ley que garantice la permanencia de Irlanda del Norte en el Reino Unido como posible regalo del Gobierno.
La mención de una 'fase final' por el ministro Heaton-Harris avala la creencia en que Rishi Sunak dedicará tiempo a Irlanda del Norte hasta el fin de año. En 2024 se concentrará en obtener votos y su partido no disputa escaños en Ulster. Si no logra pronto algo significativo de Sunak, el unionismo brexiter contemplará un horizonte sin poder, salvo el que le dan diez diputados, quizás menguantes, en Westminster.
El telón de fondo de esta penosa política provincial es la letal contaminación del lago Neagh, el mayor de Irlanda y del Reino Unido. Políticas inadecuadas de gobiernos compartidos han contribuido a la toxicidad de un lago que provee el 40% del agua que beben los norirlandeses. El sectarismo que ha distinguido a la región parece ocultar la incompetencia de sus actuales gobernantes.
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