Reporteros Sin Fronteras denuncia la «masacre» de periodistas en Oriente Próximo

Los registros de 2023 destacan una «disminución significativa» del número de muertos en América Latina. Seis frente 26 en el año pasado, ha indicado la organización. México, el lugar más mortífero para la profesión después de la Franja de Gaza, registró cuatro víctimas. Aunque este descenso no refleja una mayor seguridad para la prensa «como demuestran los recientes secuestros y ataques armados acontecidos en el país azteca» ha señalado la ONG.

Los datos no dejan de ser lamentables. Mientras en Latinoamerica remite la cantidad de víctimas, en Gaza, Israel y Líbano «los periodistas están pagando un alto coste entre la población civil», ha recalcado el secretario general de RSF, Christophe Deloire. »Hemos presentado una denuncia ante la Corte Penal Internacional (CPI) para establecer la realidad de los hechos y hasta qué punto los reporteros han sido objetivos deliberados«, ha explicado.

La organización, que ha clasificado como una «masacre» la matanza de los profesionales en Oriente Próximo, ha incluido a las 17 víctimas en el balance al haber perdido la vida durante su trabajo. Sin embargo, la guerra ha provocado la muerte de 63 colegas en tan sólo dos meses de conflicto armado. «Estas cifras son las mayores jamás registradas por RSF en el inicio de una contienda y hacen saltar por los aires la tendencia global a la baja de los últimos años en el asesinato de los trabajadores», lamenta.

Por otro lado, RSF ha informado que durante este año han sido encarcelados un total de 521 periodistas, con China, Birmania, Bielorrusia y Vietnam como los países de más alto riesgo. Un año más, Pekín se mantiene como la mayor cárcel del mundo para los profesionales de la información, con 121 trabajadores de los medios presos en su territorio. Cerca de la cuarta parte (23%) de los detenidos en el mundo se encuentran actualmente en cárceles asiáticas.