El Reino Unido despeja la cola de Westminster y recibe mandatarios

Sus asistentes anunciaron ayer que el encuentro previsto entre ambos se aplaza hasta el próximo miércoles, cuando coincidan en la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, en Nueva York. El anuncio por Biden de que acudiría al funeral, en compañía de la primera dama, fue recibido en Londres como confirmación de la magnitud que tendrá el evento.

La cancelación de la reunión coincide con la publicación por 'The Sunday Times' de una noticia que desvela que el director de campaña y ahora jefe de Gabinete de Truss ha sido investigado por su participación en un posible delito de corrupción de las elecciones en Estados Unidos, y que ha llegado a un acuerdo con el FBI para colaborar como testigo sin que su testimonio pueda ser utilizado en un juicio penal.

Mark Fullbrook, de 60 años, veterano asesor de gobernantes conservadores británicos y exsocio de una consultora que se ha prodigado en el asesoramiento de partidos de la misma ideología en diferentes lugares del mundo, habría actuado como intermediario entre un millonario italo-venezolano, Julio Herrera, y la exgobernadora de Puerto Rico, Wanda Vázquez, en la comisión de un delito.

Los cargos contra el banquero Herrera y la gobernadora Vázquez, que fueron detenidos el pasado mes, se derivan de que el primero prometió ayudar a la política simpatizante de Trump, con 300.000 euros para su campaña electoral, si despedía al regulador financiero. Vázquez aceptó la donación, prohibida en la ley electoral de Estados Unidos, que se habría pagado contratando los servicios de asesoría de la firma CT, de la que Fullbrook era socio.

El 'Financial Times' describía hace dos semanas la poca estima que los diplomáticos del equipo de Biden sienten hacia la nueva primera ministra. La describen como una persona impulsiva, pero que habla con clichés. Es posible que el presidente haya preferido aplazar el encuentro, con el procedimiento judicial abierto y quizás sabiendo que el 'Sunday Times' estaba investigando el caso Fullbrook.

Hasta que se anunció la extraña cancelación del encuentro con Biden, los anfitriones británicos estaban preocupados por el invitado más complejo, Mohamed Bin Salman. Marginado de los círculos diplomáticos tras el brutal asesinato del periodista Jamal Khashoggi, se espera que el príncipe heredero de Arabia Saudita se presente para dar sus condolencias, pero no acuda al funeral. El rey tiene muy buena relación con la Casa de Saud.

No se ha invitado a Rusia, cuyo ministerio de Exteriores calificó como inmoral tal rechazo. Estará presente en la abadía de Westminster el vicepresidente de China, pero no se permitió la entrada en la capilla ardiente de una delegación china, porque Pekín ha prohibido la entrada en su país a varios parlamentarios británicos. El salón Westminster Hall está en el edificio del Parlamento.

Los reyes de España llegan este domingo a Londres y visitarán la capilla ardiente antes de unirse a la recepción que el nuevo rey, Carlos III, ofrece a los invitados a la ceremonia fúnebre. A las monarquías de Oriente Próximo les ha parecido chungo que el traslado desde el punto de concentración de realezas a la Abadía sea en autobús, según la prensa británica.