El presidente ruso, Vladímir Putin, con su homólogo sirio, Bashar al Assad, este miércoles en el Kremlin. AFP

Putin pide a los fiscales más mano dura contra quienes disienten de su política

El presidente sirio, Bashar al Assad, acude a Moscú para ofrecer al jefe del Kremlin su apoyo en la guerra contra Ucrania

Rafael M. Mañueco

Corresponsal. Moscú

Miércoles, 15 de marzo 2023, 22:32

Por si no fueran ya suficientes las medidas represivas que el Kremlin promueve contra la oposición y contra todos aquellos que disienten de la actual política y se muestran en contra de la guerra en Ucrania, el presidente ruso, Vladímir Putin, llamó este miércoles a ... los fiscales a aplicar mano todavía más dura contra quienes, según él, «desestabilizan» la situación en el país.

Publicidad

«Los fiscales deben ser más activos en la lucha contra el extremismo, esta es otra de las áreas de trabajo importantes. Como ya señalé en una reunión reciente con la cúpula del FSB –servicios secretos-, el número de tales delitos aumentó el año pasado», aseguró este miércoles Putin en una reunión ampliada del colegio de la Fiscalía General de Rusia. «Les pido que respondan con dureza a los intentos de desestabilizar la situación social y política en el país», añadió el máximo dirigente ruso.

La acusación de «extremismo» está permitiendo actuar a la Policía y a la Justicia rusas, no sólo contra organizaciones de corte yihadista o contra prisioneros de guerra ucranianos, como ha sucedido en algunos casos en los territorios anexionados de Donetsk, Lugansk, Jersón o Zaporiyia, sino también contra organizaciones políticas opositoras, periodistas, blogueros y activistas contrarios a la invasión de Ucrania.

La organización creada por Alexéi Navalni, que actualmente cumple condena en un penal ruso, fue catalogada como «extremista» en 2021, pese a que su objetivo declarado es la lucha contra la corrupción. Algunos de sus miembros fueron también encarcelados mientras el resto tuvieron que exiliarse. Las redes sociales Facebook e Instagram también fueron clasificadas como «extremistas» y bloqueadas en Rusia tras el inicio de la llamada Operación Especial Militar en Ucrania. Meta, la casa matriz, fue además incluida en la lista de organizaciones «terroristas».

Se han aprobado también leyes que castigan cualquier tipo de crítica al Ejército, a los mercenarios del Grupo Wagner o a los voluntarios que se alistan para luchar en el frente. Un gran número de personas han sido ya condenadas por tales «delitos» con largas pena de cárcel. Este miércoles precisamente, el Consejo de la Federación (Cámara Alta) aprobó una ampliación de esta ley que prohíbe «desacreditar» a los participantes en la ofensiva en Ucrania y eleva las penas hasta los 15 años de prisión. Ahora falta solamente que el presidente del país ponga su firma en el documento.

Publicidad

Tras su llamamiento a apretar todavía más las tuercas a los rusos, Putin recibió en el Kremlin a su homólogo sirio, Bashar al Assad, quien le ofreció su respaldo para vencer en Ucrania a los «nuevos y viejos nazis» de Europa. La brutal represión que Assad desencadenó contra la 'primavera árabe' en su país hizo que estallara la guerra civil, el 15 de marzo de 2011, fecha que ha preferido recordar estando en la capital rusa.

«Contra los nuevos y viejos nazis»

«Quiero aprovechar, ya que esta es mi primera visita desde el inicio de la operación especial en Ucrania, y repetir la posición siria en apoyo a esta operación contra los nuevos y viejo nazis», manifestó Assad, quien considera justificado llamarlos así porque «Occidente aceptó a los viejos nazis en su propia tierra, el siglo pasado, y ahora los apoya nuevamente».

Publicidad

El mandatario sirio puntualizó que comparte la visión de Moscú con respecto a Ucrania, no sólo por la amistad entre sus países, sino también porque, a su juicio, Rusia juega un papel «estabilizador» a nivel mundial en la línea de evitar el «colapso» general.

Rusia inició su intervención militar en el país árabe en auxilio del régimen sirio el 30 de septiembre de 2015. Según los analistas, fue un golpe de timón del Kremlin ante el deterioro de su imagen por la anexión de Crimea y la guerra en el este de Ucrania. Pretendía, por encima de todo, una mayor presencia de Moscú en la escena internacional. Ahora, Assad se ha convertido en un vasallo de Moscú y depende totalmente de sus ayudas. Siria es prácticamente un protectorado ruso. Sobre el fondo de estancamiento que sufre la ofensiva en Ucrania y en presencia de un Assad profundamente agradecido, Putin trata de poner a Siria como ejemplo de estabilidad, pese a que no todo el territorio está todavía pacificado.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad