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«En Rusia, Silvio Berlusconi será recordado como un defensor (...) del fortalecimiento de las relaciones amistosas entre nuestros países», ha destacado este lunes el presidente ruso, Vladímir Putin, en su telegrama tras enterarse de la muerte del ex primer ministro de Italia. El Kremlin se ... ha comunicado con el actual dirigente del país transalpino, Sergio Mattarella, para remitirle sus condolencias. «Su fallecimiento es una pérdida irreparable y un gran dolor», ha declarado Putin.
Moscú y Roma siempre se han destacado por su cercanía diplomática. Incluso, Putin considera al fallecido político italiano uno de «sus cinco verdaderos amigos». La relación de amistad incluso continuaba después de la ofensiva militar a gran escala lanzada sobre Ucrania en febrero de 2022. Mientras Occidente se distanciaba de Rusia tras la invasión, Berlusconi le mostraba su apoyo con polémicas declaraciones que justificaban la orden dada por el jefe de Estado ruso.
«El fallecimiento de Berlusconi es una gran pérdida no sólo para Italia, sino también para la política mundial». Putin también ha recordado a su amigo en una entrevista con la cadena Rossiya-24 en la que ha descrito al líder conservador italiano como «una persona poco común en la diplomacia», ya que era «muy sincero». «Tenía un privilegio que los políticos de su calado no tienen, el privilegio de decir lo que pensaba», ha enfatizado, según la agencia TASS. Para el presidente ruso, Berlusconi era un «patriota» vinculado «a los acontecimientos más importantes de la historia reciente de Italia». Ha alabado también su papel en el desarrollo económico y social de su país, así como para que Roma ganase peso en el escenario mundial.
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Berlusconi cultivó estrechas relaciones con Moscú durante los primeros años de Putin en el Kremlin desde 2000 en adelante. Incluso ambos políticos visitaron en 2015 la península de Crimea cuando estaba ya bajo dominio ruso. Entonces una cata de vinos desencadenó una disputa entre Italia y Ucrania, que ya atravesaba tensiones con Rusia por el control de la península. Después de que Berlusconi y Putin bebieran un Jerez de la Frontera de 1775, de un valor aproximado de 88.000 euros, Kiev le prohibió la entrada al país ahora invadido por Moscú durante los próximos tres años y fue denunciado por la Fiscalía ucraniana. La reclamación de Kiev era que los dirigentes de Rusia e Italia consumieron, sin pagar, un producto «propiedad» de Ucrania ya que, durante muchos años, la bodega Messandra de Crimea había sido subvencionada por el Estado ucraniano.
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Las posiciones prorrusas del ex primer ministro italiano han obligado incluso al actual Gobierno de Giorgia Meloni, del que Forza Italia también forma parte, a matizar la posición oficial sobre el conflicto en Ucrania y a dejar claro el respaldo a Kiev en línea con la Unión Europea.
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