Yulia Navalnaya, con la estatuilla del Premio de la Paz de Dresde. Reuters

«Putin es la guerra», denuncia la viuda de Navalni al recoger el Premio de la Paz de Dresde concedido a su marido

Yulia Navalnaya alertó a los gobiernos occidentales sobre la tentación de llegar a un acuerdo con el régimen ruso, «que es una amenaza para el mundo»

T. Nieva

Domingo, 12 de mayo 2024, 20:00

Yulia Navalnaya, la viuda de Alexéi Navalni, ha recogido este domingo el Premio de la Paz de Dresde, otorgado de forma póstuma al opositor ruso que murió en febrero en la prisión ártica en la que cumplía condena. El galardón distingue a personalidades que contribuyen ... a un mundo «mejor y más pacífico». Antes lo habían obtenido, entre otros, el político soviético Mikhail Gorbachov, el director de orquesta Daniel Barenboim y la cirujana española Cristina Marín Campos. Navalni representa, según el jurado, «la resistencia contra la política contraria a la dignidad humana del Gobierno ruso».

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«No se puede estar de acuerdo en nada con Putin (presidente ruso). No se puede confiar ni en una palabra de lo que dice, nunca se detendrá. Putin es la guerra», denunció Navalnaya. «Oigo a muchos políticos en Occidente decir cada vez más que hay que ponerse de acuerdo con Putin, que hay que escucharlo. Veo a algunos embajadores europeos que se presentan ante Putin, y no puedo permanecer en silencio. Alexéi habló abiertamente de la amenaza que representa para el mundo», subrayó.

Navalnaya también recordó la labor de su marido al frente de la oposición rusa y habló del reto que supone para los disidentes desafiar al Kremlin. «Las palabras tienen distinto valor según dónde y cuándo se digan. En una acogedora y hermosa sala, es fácil para ustedes y para mí decir que estamos en contra de la guerra. Es difícil para los que están en Rusia. Pueden ir a la cárcel por decirlo. Y si ya estás en prisión, te esperan una celda de castigo, hambre, tortura, una nueva condena y, a veces, incluso la muerte. Pero Alexei habló de ello de todos modos. Pagó el precio más alto para ser escuchado», señaló.

«Para que su sacrificio no sea en vano, para que los sacrificios de miles de rusos detenidos en las protestas contra la guerra y de cientos de presos políticos retenidos por Putin en condiciones de tortura no sean en vano, es necesario, por fin, que el mundo se olvide de falsas esperanzas y escuche a quienes han estado advirtiendo del peligro todos estos años», alertó la viuda del opositor fallecido y ahora premiado con este galardón que recuerda la destrucción de Dresde durante la II Guerra Mundial.

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