Putin escenifica en Pekín su entendimiento con el presidente chino

El jefe del Kremlin llegó a la capital china este martes por la mañana para una visita de dos días y mantuvo ya encuentros con el primer ministro de Tailandia, Srettha Thavisin, el presidente vietnamita, Vo Van Thuong, y el jefe del Gobierno húngaro, Viktor Orban. Tiene además previsto entrevistarse con el presidente de Mongolia, Ukhnaagiin Khürelsükh, con el presidente de Laos, Thongloun Sisoulith, y con el primer ministro en funciones de Pakistán, Anwaar ul Haq Kakar. Este miércoles, Putin intervendrá en el foro como invitado principal inmediatamente después de que Xi pronuncie su discurso.

«El presidente Xi Jinping saludó al presidente Vladímir Putin a su llegada, los dos líderes mantuvieron una breve conversación», afirmó el Ministerio de Exteriores ruso a través de las redes sociales. El servicio de prensa del Kremlin aseguró el lunes que la reunión con el presidente chino se celebraría el miércoles. «Durante las conversaciones se prestará especial atención a los temas internacionales y regionales», indicó el Kremlin sin dar más detalles, aunque es de suponer que conflictos como el de Israel y Ucrania estarán sobre la mesa. Putin y Xi discutirán el miércoles las relaciones bilaterales «en su totalidad», le dijo el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, a su homólogo chino, Wang Yi cuando se reúnan el miércoles. Y Wang le agradeció el apoyo de Rusia a las Nuevas Rutas de la Seda. Según el jefe de la Diplomacia china, sus respectivos países «deben planificar actividades conmemorativas, profundizar en la confianza estratégica mutua, consolidar su amistad tradicional y promover la amistad de generación a generación». Y es que Putin y Xi profesan una «amistad sin límites». En la entrevista concedida en la víspera del actual viaje a la televisión estatal china CGTN, el presidente ruso dijo que «el presidente Xi Jinping me llama su amigo y yo lo llamo amigo también».

Pero de la actual visita de Putin a China no se esperan grandes acuerdos, tiene más bien, según reconocen los especialistas, un contenido «simbólico» en un momento complicado por la repulsa que provoca en Occidente, sanciones incluidas, su Operación Militar Especial en Ucrania. En cualquier caso, a ambas partes les gusta subrayar que las relaciones funcionan a toda máquina: los proyectos de índole energética, especialmente la construcción de gaseoductos, continúan, China es en la actualidad el principal cliente del petróleo ruso y en la esfera económica las transacciones también prosperan.

Eso sí, la guerra en Ucrania y las sanciones han colocado a Rusia en una posición de dependencia con respecto a China como nunca antes había ocurrido. A cambio, Pekín, no sólo no se ha unido a las sanciones, sino que tampoco ha condenado la invasión de Ucrania. Asiste además frecuentemente a Moscú en las votaciones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU, organizan maniobras conjuntas y varios países les han acusado de formar un bloque militar contra Estados Unidos y sus aliados.

En este contexto, la reunión de Putin con Orban ha levantado ampollas en Bruselas y Washington. Es la primera reunión de un líder occidental con el presidente ruso desde que la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya ordenara su arresto el pasado mes de marzo, por la presunta deportación de niños ucranianos. Desde el comienzo de la guerra en Ucrania, Orban, contrario a la política general de Bruselas en relación con Moscú, ha demostrado ser el principal contacto de Putin en la UE.

Este martes ha sido ya el décimo tercer encuentro bilateral de ambos dirigentes desde 2009, aunque Orban recalcó que «nunca ha habido una situación tan difícil como ahora» entre sus países. «Hungría nunca ha buscado la confrontación con Rusia», dijo el primer ministro húngaro. Putin, por su parte, celebró la atmósfera «positiva» de su entrevista con Orban, si bien dejó claro que «nuestras posiciones no siempre coinciden». Con todo, el máximo dirigente ruso calificó de «oportunidad importante» el poder intercambiar puntos de vista con el jefe del Gobierno húngaro. Según Budapest, ambos hablaron de Ucrania y Orban le pidió poner fin al conflicto.