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El canciller en funciones de Austria, el conservador Karl Nehammer, ha dimitido este domingo finalmente como jefe del Gobierno y de su partido, el OVP, tras el fracaso en la negociación para formar un nuevo Ejecutivo que mantuviera el veto a la ultraderecha, que venció ... en las últimas elecciones.
El extremista y xenófobo Partido de la Libertad (FPO) se impuso en los comicios parlamentarios de septiembre con el 28,8% de los votos. Para gobernar, necesitaba formar una coalición con otras formaciones, pero no ha encontrado aliados. Y, en la otra parte del tablero político, tampoco ha habido acuerdo para apoyar a Nehammer, que ahora se va. Austria entra en una fase de incertidumbre.
«Después de la ruptura de las negociaciones de coalición (...) abandonaré mis dos funciones como canciller y presidente del Partido Popular en los próximos días y permitiré una transición ordenada», indicó Nehammer en un mensaje en la red social X. El viernes, el partido liberal Neos decidió retirarse de las negociaciones tripartitas para formar un gobierno centrista.
En las elecciones, la formación de Nehammer, el OVP, quedó en segundo lugar con el 26,3% de los votos, seguido del Partido Socialdemócrata de Austria (SPO, centroizquierda) con el 21,1%. Estos resultados habían llevado a Nehammer a iniciar conversaciones con el SPO y Neos para formar un gobierno, pero se rompieron el viernes con la retirada de esta segunda formación. Y este sábado, el canciller en funciones ha anunciado en X que un «acuerdo con el SPO es imposible en temas clave» y que «en consecuencia, se pone fin a las negociaciones».
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