Una zona residencial de Kiev afectada este jueves por un ataque. EFE

El fin del envío de armas por parte de Polonia fractura el apoyo europeo a Kiev

Varsovia asegura que se centrará en modernizar su ejército, en medio de la disputa por el veto al cereal ucraniano

Olatz Hernández

Corresponsal. Bruselas

Jueves, 21 de septiembre 2023, 11:26

Polonia no enviará más armas a Ucrania. El anuncio del primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, llegó este jueves de madrugada y acabó de resquebrajar la relación entre Varsovia y Kiev, tensionada en los últimos meses por la crisis de la exportación de productos agrícolas ucranianos. ... El dirigente justificó la medida asegurando que su nación se centrará ahora en modernizar y fortalecer su propio ejército. Añadió, además, que el país seguirá funcionando como enlace para el suministro internacional de equipamiento militar a las tropas de Volodímir Zelenski. El fin de la ayuda supone, pese a todo, una fractura simbólica del apoyo europeo a Ucrania.

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«Ya no estamos transfiriendo armas a Ucrania. Ahora estamos equipando a Polonia con armas más modernas», se limitó a decir Morawiecki en una entrevista a la cadena de televisión polaca Polstat. Horas después, el portavoz del Gobierno, Piotr Muller, matizó las palabras del mandatario: el país cumplirá con las entregas de armamento ya acordadas y el centro de suministro Rzeszow -que sirve como enlace internacional para abastecer al ejército ucraniano- seguirá en funcionamiento.

En Bruselas, la noticia fue recibida con aparente normalidad. El portavoz de Exteriores de la Comisión Europea, Peter Stano, aseguró este jueves que «se trata de una decisión de Polonia sobre su contribución voluntaria y bilateral con Ucrania», cuestiones que la institución comunitaria no entra a valorar. Subrayó, eso sí, que «lo importante es que la posición de la Unión Europea (UE) no cambia. Seguiremos dando apoyo político, económico y militar a Kiev el tiempo que haga falta».

Un aliado clave

Desde el inicio de la guerra, Varsovia ha sido uno de los aliados más firmes de Kiev. Acoge actualmente a cerca de un millón de refugiados que huyeron de la guerra y ha defendido la mano dura contra el Kremlin, a través de sanciones europeas. Sin embargo, las primeras grietas en ese respaldo comenzaron a ser evidentes en abril, con el veto de Polonia, Hungría, Rumanía y Eslovaquia al grano ucraniano.

Los cuatro Estados miembros prohibieron la entrada del cereal y otros productos provenientes de Ucrania por las consecuencias que tenía para sus agricultores. El ministro húngaro de Agricultura, István Nagy, explicó que el grano ucraniano se produce en grandes cantidades a precios «extremadamente bajos» -con métodos que no se aceptan en la UE-, lo que provoca un «gran daño» a quienes viven del campo en estos países. En un principio, la Comisión Europea calificó como «inaceptable» el veto de los cuatro Estados, pero poco después reculó y ofreció 100 millones de euros en ayudas para mitigar el impacto de estas importaciones.

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El país entregará el armamento al que se había comprometido y mantendrá la base de Rzeszow como enlace

Denuncias ante la OMC

El pasado viernes, Bruselas puso fin a las restricciones al cereal ucraniano, argumentando que las medidas aplicadas por el Gobierno de Kiev habían hecho desaparecer las distorsiones que estos artículos generaban en las economías colindantes. Hungría, Polonia y Eslovaquia, sin embargo, prorrogaron sus medidas contra estos productos.

Como respuesta, las autoridades ucranianas denunciaron a estos tres países ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) y su presidente, Volodímir Zelenski, les dedicó unas duras palabras en su reciente discurso ante la Asamblea de la ONU. El mandatario ucraniano criticó la «aparente solidaridad» de ciertos Estados, que «hacen tratos bajo la mesa con Rusia». Y estas declaraciones fueron la chispa que encendió las tensiones entre Varsovia y Kiev. El portavoz del Gobierno polaco aseguró este jueves que se trata de «declaraciones y gestos diplomáticos absolutamente inaceptables» por parte de Ucrania.

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Mientras, Bruselas llama a la calma y trata de lograr una solución diplomática. El Ejecutivo comunitario tampoco descarta abrir procedimientos de infracción por los vetos unilaterales al grano ucraniano. Durante la tarde de este jueves, las autoridades de Kiev y Bratislava llegaron a un acuerdo para la importación de productos agrícolas, a través de un sistema por licencias. En el caso de Polonia, en cambio, las posturas parecen estar más alejadas.

Zelenski y su esposa, Olena, fueron recibidos este jueves en la Casa Blanca por Biden y la primera dama, Jill. EFE

Zelenski exprime su visita a Washington

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, llegó este jueves a Washington procedente de Nueva York, donde ha intervenido en la Asamblea General de la ONU (martes) y el Consejo de Seguridad (miércoles). En la capital estadounidense sacó partido a una intensa agenda que le llevó primero al Capitolio para reunirse con los líderes de la Cámara de Representantes. Fue, dijo, un «muy buen diálogo» con los congresistas, que debaten actualmente una nueva ayuda militar y humanitaria para Kiev.

El mandatario se desplazó después al Pentágono y pasado el mediodía puso rumbo a la Casa Blanca para ser recibido por Joe Biden y su esposa, Jill. Zelenski visitó por primera vez la residencia oficial del presidente de Estados Unidos en diciembre de 2022, con Ucrania ya en guerra.

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