La Policía de Londres detiene al fugitivo acusado de terrorismo

El primer ministro británico, Rishi Sunak, celebró desde Nueva Delhi, donde asiste a la cumbre del G-20, la «buena noticia» y agradeció el «fantástico trabajo» de la Policía y la colaboración de la población. Varias investigaciones siguen operativas con el fin de esclarecer las circunstancias de la fuga y la decisión de recluir a un sospechoso de terrorismo en una cárcel con un régimen inferior al de máxima seguridad.

Scotland Yard movilizó a unos 150 agentes de la fuerza antiterrorista en la operación de captura del exsoldado británico, al tiempo que se reforzó la vigilancia y los controles en aeropuertos y otras fronteras del Reino Unido. Las autoridades anunciaron una recompensa en torno a los 22.000 euros por información y datos que contribuyeran a su arresto. El número de llamadas de personas que aseguraban haber visto a Khalife y sobre otros detalles del huido se intensificó desde entonces.

La familia del fugitivo le pidió que se entregara a través de unas declaraciones al diario 'The Times'. El joven está acusado de colocar bombas falsas en la base militar de Stafford, en Inglaterra, donde ingresó después de completar sus estudios reglamentarios, y de recabar información sobre operativos militares que podrían facilitar la ejecución de una acción terrorista. Medios británicos añaden la sospecha de que colaboraba con un Estado hostil, que identifican como Irán.

El recluso vestía el típico uniforme de cocinero -con los pantalones de cuadros rojos- cuando escapó de Wandsworth, la prisión victoriana del sur de Londres. Tres días más tarde fue avistado en Chiswick, a unos diez kilómetros de distancia hacia el oeste. La detención se produjo a media mañana del sábado cuando circulaba en bicicleta por el paseo del canal Grand Union, a su paso por el distrito de Northolt.

Khalife no opuso resistencia y «colaboró totalmente» con el agente de paisano que practicó el arresto y le ajustó las esposa, de acuerdo con el parte de Scotland Yard.