Polémica en Italia por la falta de socorro a la nave de migrantes antes de que naufragara

Pese al aviso, no se envió ninguna nave para socorrerla debido al mal estado de la mar por el temporal que azotaba la zona, una justificación que no convence a las organizaciones de defensa de los derechos humanos ni tampoco a algunos expertos en rescates. «La causa de la tragedia está en la precariedad con la que se organizó el viaje», se defendió Piantedosi desde la ciudad calabresa de Crotone, donde se reunió con los representantes de las fuerzas del orden para coordinar las tareas de rescate.

Según justificó el ministro, existía una «imposibilidad material» para acercarse a la embarcación y prestarle asistencia debido a los vientos de fuerza 7 registrados en el mar «Hay que tener en cuenta la exigencia de que la ayuda no debe suponer un peligro para los socorristas», explicó. El viejo pesquero de madera, de unos veinte metros de eslora, había zarpado cuatro días antes desde el puerto turco de Esmirna y llevaba a bordo a unos doscientos inmigrantes, aunque todavía no se ha podido confirmar la cifra exacta. Hay 81 supervivientes y se teme que pueda haber entre 30 y 40 desaparecidos. La mayoría de los que lograron llegar a nado a la playa han sido derivados a distintos hospitales. Uno de ellos se encuentra en estado grave.

«Tenemos naves capaces de afrontar situaciones así. Yo he estado en ellas y hemos realizado salvamentos. Hace unos años, con un mar con fuerza 7-8, salvamos a 147 personas», comentó en la televisión Orlando Amodeo, con treinta años de experiencia en socorro marítimo. Sus palabras provocaron la inmediata reacción del Ministerio del Interior, con amenaza incluida de denuncia. «Insinuar que nuestras unidades voluntariamente no hayan querido socorrer a la embarcación no es solo una vulgar propaganda política, sino también un insulto al esfuerzo de cientos de uniformados que luchan cada día para salvar a los supervivientes y buscar a los desaparecidos», comentó Wanda Ferro, subsecretaria de Interior.

La ONU pidió este lunes a los países de la UE que se organicen para crear «rutas seguras y legales» a esta migración. Por su parte, diversas ONG criticaron al Gobierno de Roma por poner trabas a las labores que realizan las naves humanitarias en el Mediterráneo Central, a las que ha sometido a un protocolo que contempla multas de hasta 50.000 euros y dos meses de inmovilización del barco. «Lo sucedido no es un drama, sino la consecuencia de decisiones precisas» lamentó Verónica Alfonsi, de la ONG Open Arms.

Médicos Sin Fronteras consideró un «crimen» que no exista una misión de socorro en el Mediterráneo a nivel europeo, mientras que Save the Children criticó que se responda al desafío migratorio con «muros y restricciones» a las ONG. Mediterranea Saving Humans, dijo que lo sucedido es una «tragedia anunciada» y culpó a la «hipocresía» del Gobierno.

Mientras tanto, Italia asiste conmocionada a las labores de rastreo que se suceden en la costa calabresa por parte de los guardacostas, los Carabinieri, la Policía y los servicios de rescate. Son imágenes duras de socorristas sacando cuerpos del mar y playas extensas donde se mezclan los restos de la embarcación astillados con ropa, mochilas, juguetes, biberones y otros enseres que los migrantes llevaban en el momento del naufragio.

El accidente ocurrió cerca de estos arenales, a unos cien metros mar adentro. El oleaja zarandeó el bote, lo arrojó contras unas rocas y terminó por desmantelarlo después de que se partiera en dos. Entre los fallecidos se cuentan un bebé y catorce niños, los primeros que fueron engullidospor el mar. La Policía ha detenido a tres personas como responsables de haber traficado con estas personas y busca a un cuarto sospechoso.