La población de Bélgorod vota bajo las bombas en las elecciones rusas

Como consecuenia de la agresión, se contabilizaron tres muertos entre la población civil, un hombre y dos mujeres, según reportó el gobernador Viacheslav Gladkov. Putin volvió a acusar a Kiev de tratar de alterar los resultados de los comicios presidenciales, que finalizan hoy al término de tres jórnadas de votación, y advirtió que tales ataques «no quedarán impunes».

Gladkov dijo que las víctimas se produjeron por disparos de cohetes desde lanzaderas RSZO Vampire. La mayoría de los proyectiles fueron interceptados por las defensas antiaéreas, pero uno de ellos «alcanzó un camión en el que murieron una mujer y un hombre. Otro explotó en una cooperativa, matando a otra mujer que llegó allí con su hijo para dar de comer a los perros. Los médicos luchan por la vida del muchacho, que tiene heridas de metralla en la nuca, el hombro y el pecho».

Gladkov aseguró que los cohetes fueron derribados antes de que pudieran llegar a la ciudad de Bélgorod, si bien sus fragmentos cayeron sobre edificios de apartamentos y automóviles aparcados. Desde el jueves, son ya cinco las personas muertas en este territorio próximo a la frontera y 33 las que han sido hospitalizadas con heridas de diversa consideración. Como consecuencia de estos bombardeos, en la regiónse cerrarán temporalmente los centros comerciales y se suspenderán las clases en escuelas y universidades, anunció Gladkov, que enumeró los ocho distritos a los que afectará la medida, los más cercanos a la frontera con Ucrania, además de la propia ciudad de Bélgorod.

«Lo más difícil va a ser cerrar las guarderías. Pediremos, si es posible, que los niños se queden en casa. Si esto no es posible, ayudaremos a los padres que trabajan en profesiones imprescindibles», añadió el gobernador.

Por otro lado, una nueva oleada de drones golpeó las refinarías de Sizrán y Novokuibíshevsk, ambas en la región de Samara, a más de 800 kilómetros de la parte de Ucrania controlada por Kiev. El gobernador, Dmitri Azárov, dijo que el fuego en Novokuibíshevsk fue extinguido rápidamente, no así en Sizrán, en donde las llamas se extendieron a través de una superficie de 500 metros cuadrados, incluyendo la unidad principal de procesamiento de los derivados petrolíferos. El gobernador declaró que no hubo víctimas.

Otra refinería en la región de Lípetsk también acabó en llamas tras el bombardeo, admitió el gobernado de esta zona, Ígor Artamónov. Desde principios de semana, tres grandes refinerías rusas han sido atacadas por drones en Riazán, Rostov del Don y Nizhni Nóvgorod, además de otra más pequeña en la región de Kaluga.

Putin, cuya victoria en los actuales comicios presidenciales, a juicio de la mayoría de los analistas, se da por sentada, y que desató la guerra contra Ucrania en febrero de 2022, ha alertado ya varias veces esta semana de que los últimos ataques del ejército ucraniano constituyen un intento de «injerencia» en los comicios rusos. Ha amenazado con responder a ellos con dureza. Este viernes, un ataque de las fuerzas rusas con misiles contra la ciudad portuaria de Odessa dejó 21 muertos y casi 80 heridos.

La participación en el segundo día de votaciones, según la Comisión Electoral Central, supera ya al 40%. Putin votó el viernes por internet mientras en los colegios electorales siguen teniendo lugar acciones de protesta. Son ya 30 los incidentes registrados entre incendios y vertido de tinta o antiséptico verde en las urnas. Ayer se reforzó la vigilancia y se han comenzado a inspeccionar los bolsos y mochilas de las personas que acuden a votar. Ni siquiera se puede llevar agua. Las autoridades han denunciado además 90.000 ataques informáticos contra el dispositivo electoral desde direcciones IP situadas en Ucrania, Europa Occidental y Estados Unidos.