El partido gubernamental asegura haber ganado las elecciones en Georgia

La Coalición por el Cambio (liberales proeuropeos) ha dado la sorpresa quedando en casi todos los sondeos en segundo lugar. La alianza Unidad, creada en torno al Movimiento Nacional Unido fundado por el expresidente Mijaíl Saakashvili, ha perdido fuelle y quedado relegada al tercer puesto, pero serán ellos, junto con la Coalición por el Cambio quienes tendrán que tratar de aglutinar otras fuerzas con el objetivo de desplazar del poder a Ensueño Georgiano y cambiar el rumbo del país en una orientación más europea.

Ensueño Georgiano ha celebrado su victoria con fuegos artificiales y, según por la mañana vaticinó el primer ministro, Irakli Kobajidze, se atribuyen cerca del 60% de los votos, pero tal escenario sólo se cumple según el sondeo difundido por el canal de televisión progubernamental Imedi, que les concede el 56,1% de los sufragios. El resto de las encuestas no les dan más de un 42%. La Coalición por el Cambio tiene entre un 13% y un 18% y Unidad entre el 11% y el 16%. Georgia Fuerte obtiene como un 10%.

La jornada electoral ha transcurrido no sin incidentes. Uno de los más graves ha sido la irrupción en el colegio número 69 de la localidad de Marneuli, situada a 40 kilómetros de Tiflis, la capital del país, de un grupo de personas que ha introducido por la fuerza en una urna un fajo entero de papeletas de voto ante las miradas de sorpresa e indignación de los miembros de la mesa. Un vídeo de lo sucedido ha estado circulando en las redes sociales.

La Comisión Electoral Central, según su portavoz, Natia Ioseliani, ha anulado los resultados de ese colegio y ha solicitado la apertura de una causa penal contra los autores del lance. La oposición afirma que quienes cometieron tamaña irregularidad fueron enviados por el partido gobernante, cuyos representantes aseguran que todo fue una «provocación» orquestada por el Movimiento Nacional Unido para desacreditar a las autoridades con falsas acusaciones de fraude.

También se han difundido vídeos de peleas en otros colegios electorales debidos, al parecer, a otras tentativas de «rellenado» de las urnas con abundantes papeletas. También se ha denunciado la apertura tardía de muchos colegios electorales o problemas en el funcionamiento de los dispositivos de votación electrónica, método que, según los medios de comunicación, se ha introducido en casi un 90% de las circunscripciones.

En estos comicios participan un total de 18 partidos y alianzas, aunque la mayoría quedarán fuera del reparto de escaños al no alcanzar el 5% mínimo necesario. Ensueño georgiano ha hecho una campaña centrada en la necesidad de «mantener la paz» en el país, que, según sus dirigentes, se puede ver comprometida si al poder llegar fuerzas hostiles a Rusia, como es el caso del Movimiento Nacional Unido. El Gobierno georgiano acusa a la oposición de dejarse arrastrar por «mensajes desde el extranjero», en clara alusión a la Unión Europea y Estados Unidos. Ensueño Georgiano llama al electorado a «la paz, la identidad nacional, los valores tradicionales y el desarrollo económico».

El Movimiento Nacional Unido y otros grupos opositores, por su parte, condenan el «creciente aislamiento internacional de Georgia a causa de políticas dictadas por el Kremlin», en referencia a la ley de agentes extranjeros, que penaliza a cualquier organización que reciba fondos de otros países, y a la ley que prohíbe la propaganda LGBT. Sus principales consignas se resumen en frases como «cuidar a la gente, luchar contra la corrupción, unirse a la Unión Europea y la OTAN, evitar que el país caiga bajo la influencia de Rusia».

Este sábado, a las ocho de la mañana hora local (dos horas menos en España) se abrieron en todo el país 3.111 colegios electorales, 67 de ellos en el extranjero. La gran mayoría (casi el 89%) tiene instalado un lector automático de los votos depositados que llegan de inmediato al centro de escrutinio. La Comisión Electoral Central asegura que han sido inscritos más de 1.700 observadores de 76 organizaciones internacionales, más de 23.000 interventores de 111 organizaciones locales y más de 2.800 periodistas de casi 200 medios de comunicación locales y extranjeros.

Entre los primeros en acudir por la mañana a depositar la papeleta estuvieron la presidenta del país, Salomé Zurabishvili, que mantiene posiciones alejadas e incluso enfrentadas con la línea oficial del Ejecutivo y el Parlamento. También entre los más madrugadores en votar estuvieron el primer ministro, Irakli Kobajidze y el presidente del Parlamento Shalva Papuashvili, ambos pertenecientes a Ensueño Georgiano. Zurabishvili dijo tras votar que «no voté por alguien, esta vez voté por algo. Voté por la nueva Georgia, por la Georgia por la que vine a este país hace 22 años. Voté por Georgia por la que rezaron todos mis antepasados, por la que reza ahora todo el país». «Esta noche todos seremos ganadores», añadió.