Ucrania responde al Papa y dice que «nunca izará la bandera blanca para negociar con Rusia»

El papa Francisco instó a las partes en conflicto, a Rusia y a Ucrania, a negociar «antes de que las cosas empeoren», en una entrevista que va a ser emitida por la televisión suiza RTS. «Creo que son más fuertes quienes piensan en el pueblo, quienes tienen el coraje de izar la bandera blanca y negociar», declaró Francisco. «La palabra negociar es una palabra valiente. Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van bien, necesitas tener el coraje de negociar», añadió.

«Hoy, por ejemplo, en la guerra de Ucrania, hay muchos que quieren actuar como mediadores. Turquía se ofreció a ello. Y otros. No tengan vergüenza de negociar antes de que las cosas empeoren», instó. El Papa se ha convertido así en el primer líder mundial que pide en voz alta al presidente ucraniano que negocie la paz con su homólogo ruso, Vladímir Putin.

Antes, la Embajada de Ucrania en el Vaticano había respondido que durante la Segunda Guerra Mundial nadie habló «de negociaciones de paz con Hitler». «¡Es muy importante ser coherentes! Cuando hablamos de la Tercera Guerra Mundial, que tenemos ahora, debemos aprender las lecciones de la Segunda Guerra Mundial», escribió la delegación diplomática en sus redes sociales. « ¿Alguien habló entonces seriamente de las negociaciones de paz con Hitler y de la bandera blanca para satisfacerlo? Así que la lección es sólo una: ¡si queremos terminar la guerra, tenemos que hacer todo lo posible para matar al Dragón!», añadieron.

El Papa se convirtió el sábado en el primer líder mundial que pide abierta y públicamente al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, que «alce la bandera blanca» y negocie la paz con su homólogo ruso, Vladímir Putin. Francisco, abrumado por la sangría que está suponiendo la guerra en el Donbás, le insta a que «piense en el pueblo» y asevera: «La palabra negociar es valiente».

Las declaraciones del pontífice están contenidas en una entrevista con la Corporación de Radio y Televisión de Suiza realizada el mes pasado, de la que se han adelantado algunos extractos previos a su emisión por parte de los medios italianos. La cadena la programará en antena el próximo día 20. El Vaticano matizó ya a la noche sus palabras y afirmó que el discurso trata de poner en valor la urgencia de un proceso negociador y de un alto el fuego, sin entrar en juegos ideológicos o de vencedores y vencidos.

Al Papa no solo le inquieren sobre Ucrania. También es preguntado sobre la guerra entre Israel y Hamás y desvela que ha enviado una carta a los judíos «para que reflexionen».

El Papa y Zelenski se reunieron el pasado mes de mayo en el Vaticano. El líder ucraniano le obsequió con una obra de arte realizada con la placa de un chaleco antibalas y un cuadro que simboliza el asesinato de niños a causa de la invasión rusa. Francisco le regaló una rama de olivo en bronce, el símbolo de la paz. Zelenski le pidio que condenara la agresión de Moscú porque «no puede haber igualdad entre la víctima y el agresor». La oficina de prensa del Vaticano resumió posteriormente la visita con la idea de que ambos habían coincidido en continuar con los esfuerzos «humanitarios» para poner fin al conflicto.

Ante las cámaras, el pontífice se muestra meridianamente claro y le aconseja a Zelenski que «piense en el pueblo, que tenga el valor de la bandera blanca, para negociar. Hoy se puede negociar con la ayuda de las potencias internacionales. La palabra negociar es valiente».

Respecto a si a él le han pedido mediar personalmente en el caso de Ucrania o Israel, responde: «Estoy aquí». Y vuelve a insistir en que «negociar nunca es rendirse. Es el valor de no llevar al país al suicidio».

Mientras el escepticismo cunde en Occidente pero ningún gobernante admite públicamente la hipótesis de que Kiev pueda verse abocada a una solución intermedia, el Papa subraya: «Cuando ves que estás derrotado, que las cosas no van, debes tener el coraje de negociar. Te da vergüenza, pero ¿con cuántos muertos acabará?» Francisco insta a Zelenski a «negociar a tiempo» y buscar a «algunos países que medien. En la guerra de Ucrania, hay muchos. Turquía se ha ofrecido. Y otros. Que no tengan vergüenza de negociar antes de que empeore».

Se da la circunstancia de que Zelenski viajó el viernes a Estambul para reunirse con su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, y enseñarle el plan de paz que se propone exponer ante una cumbre internacional en Suiza. El cónclave se celebrará probablemente en primavera y Kiev desea que participe el mayor número posible de gobiernos, más allá de avalistas habituales como Estados Unidos, Canadá, el Reino Unido y los socios de la Unión Europea.

El documento elaborado por el jefe del Gobierno contiene las medidas que ha reclamado en otras ocasiones: la retirada completa de las tropas rusas, el restablecimiento de las fronteras anteriores a la ocupación de Crimea y que Putin rinda cuentas ante la Corte Penal Internacional y admita su derrota. En respuesta a su visita, Erdogan le ofreció el viernes que Turquía sirva de sede a una negociación de paz entre Kiev y Moscú. Zelenski rechazó tratar con el jefe del Kremlin.

Las manifestaciones del pontífice, reproducidas el sábado por agencias como Europa Press y Reuters, pillaron a la comunidad internacional con el pie cambiado. El 'HuffPost' era más claro: 'El Papa asesta el golpe final a la atormentada Ucrania', encabezaba su edición italiana, que añadía cómo la portavocía vaticana trabajaba para matizar las manifestaciones del Papa. Otro medio, 'Il Giornale', pronosticaba que «seguramente causarán discusión». Y así ha sido. La respuesta de la embajada de Ucrania en el Vaticano ha sido este domingo especialmente contundente en su réplica al Papa. «Cuando hablamos de la Tercera Guerra Mundial, que tenemos ahora, debemos aprender las lecciones de la Segunda Guerra Mundial», zanjaron, al afirmar que «nadie pidió negociaciones con Hitler».

En realidad, llegan en un mal momento para los objetivos de Zelenski, que busca atajar con urgencia la caída de las ayudas de EE UU, salvar las divisiones en Europa y recuperar la confianza internacional en su capacidad de revertir los adversos resultados en el frente. En esta semana, sin ir más lejos, el líder kievita ha podido comprobar el escaso eco que ha tenido el llamamiento del presidente francés, Emmanuel Macron, a enviar incluso tropas continentales a Ucrania si Rusia prosigue su avance.