La OTAN discute cómo reforzar su ayuda a Kiev con «un compromiso a largo plazo»

El noruego, jefe político de la Alianza, destacó que la guerra en Ucrania entra en «un momento crítico». Stoltenberg reconoció que entre los aliados existe «una voluntad» de que la OTAN tenga un rol más activo en la entrega de armas y el adiestramiento de los soldados de Volodímir Zelenski. La idea es que la organización militar coordine los esfuerzos del grupo de Ramstein para mantener el nivel de envío de armamento a Kiev.

Sobre la mesa también estaría una propuesta para financiar con 92.360 millones de euros al país en los próximos cinco años. Stoltenberg rechazó este miércoles ofrecer detalles sobre esta iniciativa, pero aseguró que la OTAN «está en el proceso de cerrar una cooperación más fuerte con Ucrania, que se sustente sobre compromisos a largo plazo y no por acciones voluntarias». En ese mismo sentido explicó que destinar parte del presupuesto a este fin «no es caridad, sino una inversión en nuestra propia defensa».

El Ejército ucraniano necesita de toda la ayuda de Occidente para resistir en la primera línea y el apoyo de Estados Unidos es clave para que el país aguante. Así lo aseguró Stoltenberg, quien subrayó que «cada día que EE UU no da armas a Ucrania, esto tiene consecuencias en el campo de batalla». Actualmente, los soldados rusos cuentan con más munición y armas que los ucranianos, por lo que «es urgente que el Congreso norteamericano tome una decisión».

El noruego defendió que el apoyo a Ucrania beneficia a la Alianza, ya que contribuye a destruir parte de la capacidad militar rusa sin poner un solo soldado aliado en territorio ucraniano. Varios países aliados ya han anunciado su intención de respaldar una iniciativa checa para comprar munición de artillería para Ucrania, entre ellos Alemania y Suecia.

Se espera que el refuerzo de la ayuda a Ucrania sea uno de los temas que discutirá la Alianza en su cumbre de Washington. La OTAN ya acercó al país a la organización militar en su reunión en Vilnius, cuando reconoció que Kiev será miembro de la Alianza en el futuro, pero no se marcaron plazos. Este miércoles, Stoltenberg destacó que «hay un claro compromiso» para que Ucrania forme parte del organismo. «Cuando esta guerra termine tiene que haber una serie de garantías para que Rusia no recupere fuerzas y vuelva al ataque. Tenemos que ayudar a Kiev a construir sus defensas para evitar posibles ataques», señaló.

El líder de la OTAN ha dirigido la organización con mano firme desde el inicio de la contienda, pero en julio los aliados deberán elegir a su sucesor. Entre los posibles candidatos, el primer ministro holandés Mark Rutte destaca como favorito. Según fuentes aliadas, Rutte contaría con una «abrumadora» mayoría, frente al otro aspirante, el presidente de Rumanía, Klaus Iohannis.

El holandés dispone del respaldo de EE UU y España, entre otros, mientras que Iohannis tiene el apoyo de Hungría. Tampoco se descarta que pueda presentarse un tercer candidato ante una posible situación de bloqueo. La falta de un acuerdo no sería ninguna novedad. De hecho, el mandato de Stoltenberg se ha renovado en dos ocasiones por las dificultades de los aliados para lograr un pacto.