Dos mujeres observan el muro con los retratos de los fallecidos en la guerra de Ucrania AFP

Occidente acoge con escepticismo el plan de paz chino

La OTAN y la Unión Europea dudan de su «credibilidad», aunque Kiev está dispuesta a «trabajar» con Pekín por su importancia para la «seguridad mundial»

Viernes, 24 de febrero 2023, 22:55

El Gobierno de Ucrania está dispuesto a «trabajar con China» para resolver la guerra. Volodímir Zelenski se pronunció este viernes en estos términos durante su evaluación de la propuesta de Pekín para iniciar un proceso de paz. Hay claroscuros en este documento de doce puntos, ... a juicio del presidente de Ucrania que, sin embargo, anunció su intención de reunirse con su homólogo Xi Jinping en una fecha que ahora mismo negocian sendas comisiones diplomáticas. Su actitud dista sustancialmente de la mostrada por la mayoría de los aliados occidentales. Ni la OTAN, ni la UE, ni Estados Unidos dieron apenas valor a la iniciativa del gigante asiático por su cercanía a Moscú y la negativa a condenar la invasión.

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«Tengo la intención de reunirme con Xi Jinping. Será importante para la seguridad mundial», declaró el mandatario ucraniano. A él le convence que el plan de paz recoge el «respeto a nuestra integridad territorial», aunque también reconoció cierto escepticismo. «Por lo menos, China ha comenzado a hablar sobre nosotros, nos ha llamado 'país invadido', y creo que eso está bien. Pero China no es precisamente proucraniana y hay que ver con qué actos siguen estas palabras». Zelenski dejó claro además que, a su entender, «solo un país participante en un conflicto me parece capacitado para hacer una propuesta», por lo que el gigante asiático debería abandonar su proverbial ambigüedad al pronunciarse sobre la guerra.

El fin de las sanciones

En su propuesta, el Gobierno de Xi Jinping, como si se tratara de un árbitro salomónico, reclama el respeto a la soberanía e integridad territorial de Ucrania, así como el fin de las sanciones occidentales a Rusia. Y pide reconocer «las legítimas preocupaciones de seguridad» de este país respecto a «la expansión de la OTAN hacia las fronteras de Europa del Este». Resulta relevante que, por primera vez, Pekín envía además dos mensajes directos a Putin: la necesidad de salvaguardar el Derecho Internacional protegiendo a los civiles ucranianos y la eliminación de la amenaza nuclear de todo debate. «Las armas nucleares no se pueden usar y la guerra nuclear no se puede librar. Hay que oponerse el uso o a la amenaza de armas nucleares, así como al desarrollo de armas biológicas y químicas por cualquier país bajo cualquier circunstancia», señala la propuesta, que advierte contra los peligros de una espiral bélica «fuera de control».

La iniciativa ha sido acogida con pública frialdad por parte de la Unión Europea y la OTAN. El secretario general de la Alianza, Jens Stoltenberg, consideró durante un acto en Estonia que Pekín «no tiene mucha credibilidad porque no ha condenado la invasión ilegal de Ucrania y firmó días antes un acuerdo de asociación ilimitada con Rusia». «El apoyo militar hoy es la forma de lograr una solución pacífica mañana», sentenció. Mientras, la UE calificó la propuesta de «selectiva» e «insuficiente».

El Ejecutivo chino rebatió las críticas en un comunicado diplomático en el que adujo que mantiene una posición «objetiva y justa» sobre el conflicto ucraniano tratando de desempeñar un papel «constructivo» para su resolución.

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Ofrenda floral en Bucha AFP

Ofrendas florales y un tanque destruido ante una embajada rusa

Ucrania conmemoró el primer aniversario de la guerra con solemnidad y abundante dolor. Los actos de homenaje a las víctimas y de condena por la brutalidad rusa se sucedieron en cientos de ciudades. Cánticos, ofrendas florales y una parada militar en Kiev fueron algunos de los ceremoniales, aunque la tragedia se dejó sentir especialmente en los cementerios. En muchos hubo actos de recuerdo a las víctimas e incluso hubo una instalación con haces de luz en un camposanto a las afueras de la capital. También en el resto del mundo hubo innumerables actos de adhesión a Ucrania y de rechazo a la guerra. En Alemania, unos manifestantes depositaron un tanque destruido en el campo de batalla ucraniano ante la embajada rusa en Berlín.

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