Un escolar mata a tiros a 8 compañeros y un guarda en un colegio de Belgrado

El sospechoso fue detenido por la Policía. Algunos testigos presenciales señalaron que el joven fue cercado en el patio del colegio por los agentes y entonces levantó las manos y se entregó. Él mismo había llamado a las autoridades después de perpetrar el ataque, aunque para entonces ya estaban alertadas por los directivos del centro educativo.

Cuando Kecmanovic fue encontrado, al parecer, tenía la mirada perdida. Reconoció que disponía de dos armas, una que fue usada en el tiroteo y otra dentro de su mochila, junto a dos botellas con líquido inflamable. Según un comunicado del Ministerio de Educación de Serbia, «las armas pertenecían al padre del atacante», que es un médico muy conocido del país y que también fue arrestado por poner en peligro la seguridad pública. Las pistolas estaban guardadas en una caja fuerte con código del hogar familiar, pero el menor logró descifrar la clave para hacerse con ellas y tres cargadores con quince balas cada uno, explicó el titular de Interior, Bratislav Gasic.

El sospechoso «planeó el tiroteo mucho tiempo e hizo una lista de los compañeros que planeaba matar», dijo el jefe de Policía de Belgrado, Veselin Milic. «El guión se parece a un videojuego o a una película de terror, detallando por clases a quién buscaba liquidar», añadió Milic. De hecho, en algún momento del tiroteo dijo: «Disparé porque soy un psicópata», afirmaron los testigos.

El guarda de seguridad se topó con el agresor en el pasillo y éste le disparó. Luego siguió su camino hasta un aula de Historia, donde continuó la matanza. «Primero atacó a la profesora y luego empezó a disparar a los escolares», aseguró una estudiante a la emisora N1.

Una alumna que se encontraba en la clase de gimnasia en la planta inferior a la que se desarrolló la tragedia relató que escuchó varias detonaciones que atribuyó a la explosión de petardos. Sin embargo, cuando «subió al siguiente piso vio caer al guarda. Corrió de nuevo al aula de Educación Física y le contó el siniestro a la maestra. La profesora encerró a los estudiantes en el gimnasio para protegerlos», relató la madre de la joven, quien recuerda al vigilante asesinado como «una gran persona, un ángel con los estudiantes».

Al parecer, en el mismo centro están matriculados los hijos del ministro de Comercio Interior y Exterior, Tomislav Momirović, aunque se encontraban en una zona del complejo alejada del lugar del tiroteo y fueron evacuados a su domicilio de inmediato. Un portavoz explicó que los alumnos del colegio pensaron en un principio que «se trataba de un simulacro», pero cuando fueron conminados a salir de sus clases en medio de fuertes medidas de seguridad «les quedó claro que algo realmente terrible había sucedido. Se pueden imaginar cuánto miedo sintieron», declaró.

Los compañeros describen al tirador como un niño tranquilo y buen estudiante, que se había incorporado hace poco a las clases. «Sacaba muy buenas notas en todo, así que lo llamábamos empollón», indicó un alumno. Además, había acudido el día anterior a una fiesta de cumpleaños, donde se había comportado con aparente normalidad. El ministro de Interior desestimó los informes de los medios locales de que el acoso escolar sería un posible motivo del ataque y señaló que «no se había llegado a ninguna conclusión».

Después del tiroteo, todas las escuelas de la capital serbia fueron cerradas y para este jueves se ha convocado un minuto de silencio en las instituciones educativas de todo el país. El Gobierno declaró tres días de luto. Desde hace varias décadas no se registraba un hecho de esta magnitud en Serbia, lo que ha sido catalogado como «la mayor tragedia» de este tipo en la historia reciente.