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Una nueva huelga de los maquinistas de Deutsche Bahn, la mayor empresa ferroviaria germana, y del personal de cabina de Lufthansa vuelve a afectar masivamente al transporte de ferrocarril y aéreo este martes en Alemania, sumida desde el comienzo de año en numerosos paros laborales ... en distintos sectores, desde los médicos al personal de las guarderías, para reivindicar mejoras salariales y en sus horarios de trabajo. Desde las 4.00 horas y hasta las 23.00 se encuentra movilizada la plantilla de cabina de la aerolínea en el aeropuerto de Fráncfort, el mayor del continente europeo, lo que ha obligado a suspender más de 600 vuelos y dejar en tierra a unos 70.000 pasajeros. El paro se nota igualmente en el aeródromo de Múnich, donde se han anulado otras 400 operaciones que afectan a unos 50.000 pasajeros.
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El sindicato gremial Ufo había llamado a parar a los 19.000 trabajadores del sector en Lufthansa y su filial Lufthansa Cityline al personal de cabina, del que un 96% votó a favor de esta medida de protesta en una consulta anterior. La central reclama subidas salariales del 15% para un nuevo convenio de 18 meses, así como una prima de 3.000 euros para compensar los efectos de la inflación. Se trata de uno más de los conflictos laborales a los que se enfrenta la compañía. La semana pasada se declaró en huelga por quinta vez en lo que va de año la plantilla de tierra de la mayor aerolínea europea a convocatoria del poderoso sindicato germano de servicios públicos Ver.di, que reanudará este miércoles las negociaciones con la dirección del consorcio.
También el transporte por ferrocarril funcionará bajo mínimos esta jornada en Alemania. Siguiendo las órdenes del sindicato de maquinistas GDL, esos operarios iniciaron una huelga de 24 horas a las 02.00 del martes paralizando prácticamente el transporte de mercancías y afectando en gran medida al de pasajeros en largo recorrido y convoyes regionales y urbanos. La nueva convocatoria, realizada con solo 24 horas de antelación, ha permitido realizar a Deutsche Bahn un plan de emergencia muy limitado, que en el mejor de los casos permitirá el funcionamiento del 20% de los trenes de largo recorrido, mientras los regionales y urbanos pararán por completo en algunas regiones y en otras se verá reducida apreciablemente su circulación.
Se trata ya de la sexta huelga convocada por GDL, sindicato cada vez más criticado por los clientes de Deutsche Bahn por su intransigencia en las negociaciones, sobre todo por su empeño en imponer la semana laboral de 35 horas a toda costa y rechazar la última oferta de la empresa de bajar de las 38 actuales a 36. La dirección de la compañía ferroviaria fracasó este lunes en su intento de impedir la nueva huelga por vía judicial tras presentar una denuncia ante un tribunal laboral de Fráncfort, que rechazó decidir de urgencia.
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