La Cosa Nostra cambia de piel

Con la captura de Messina Denaro se cierra la etapa más sangrienta de la mafia siciliana, marcada por el liderazgo del clan de los 'corleoneses' de Salvatore 'Totò' Riina y Bernardo Provenzano. 'Diabolik', como se conocía a Messina Denaro por su fascinación por un personaje de cómic llamado así, era el último de los grandes capos de aquellos años que todavía no había sido detenido. Los Carabinieri han conseguido sacarle de la clandestinidad al centrar la investigación en el ámbito médico tras haberse enterado gracias a las escuchas telefónicas de que tenía un cáncer de colon. De hecho, según el oncólogo que lo atendía en Palermo, su salud está en una situación «grave» y ha empeorado en los últimos meses, en los que le ha aparecido una metástasis en el hígado. Por ello seguirá recibiendo sesiones de quimioterapia en la cárcel de máxima seguridad de L'Aquila, en el centro del país, donde ya ha sido internado.

Allí le tocará cumplir las diversas condenas en rebeldía a cadena perpetua que pesan sobre él por haber participado en decenas de asesinatos, entre ellos los de los magistrados antimafia Giovanni Falcone y Paolo Borsellino en 1992 y el del niño Giuseppe Di Matteo. Éste último fue secuestrado durante dos años, estrangulado y disuelto en ácido en 1996 para castigar a su padre, un antiguo mafioso, por colaborar con la Justicia.

«El arresto de Messina Denaro supone un gran éxito de las fuerzas de seguridad, de la magistratura y del Estado en general», cuenta Pietro Grasso, antiguo fiscal nacional antimafia y expresidente del Senado. «Hasta ahora cada vez que me tocaba hablar de aquel período de matanzas, frente al que el Estado italiano respondió de manera ejemplar con un proceso que llevó a la condena a cadena perpetua de casi todos los responsables mafiosos, siempre decía que, por desgracia, faltaba uno por detener».

Ese era Messina Denaro, cuya captura marca «el fin de una época» y tiene un fuerte valor simbólico aunque, como coinciden todos los expertos, no supone de ninguna manera el fin de la Cosa Nostra. «Hay que tener mucho cuidado: la detención no significa que se haya conseguido que la mafia siciliana baje el telón. En la provincia de Trápani (zona occidental de Sicilia), donde el capo era Messina Denaro, se vivirá ahora un primer momento de conmoción entre el crimen organizado, pero luego habrá una reorganización y se elegirá a un nuevo líder», advierte Grasso, que prevé una continuidad de la actividad criminal más escondida y menos sangrienta.

Tras la captura de 'Totó' Riina en 1993, ese fue el plan seguido por la Cosa Nostra por su sucesor sobre el terreno, Bernardo Provenzano, hasta que también él fue arrestado en 2006 y se continuó con el padrino recién detenido. «Messina Denaro fue el que llevó a la mafia siciliana desde la época militar de los 'corleoneses' hasta el terreno económico, financiero y empresarial en la que se mueve hoy», sostiene Francesco Forgione, expresidente de la Comisión Parlamentaria Antimafia.

Era el anillo entre estos dos períodos, protagonizados por generaciones distintas entre las que no es extraño que surjan fricciones, como revela un reciente informe de la DIA. Ese documento reconoce el papel de 'Diabolik' para resolver «las eventuales controversias» y también para nombrar «los vértices de los grupos mafiosos» incluso fuera de Trápani. Ocupaba así en algunos casos el vacío de poder provocado por la caída de Riina y por la incapacidad para reconstruir la Comisión, el organismo donde se reunían las distintas familias de la mafia siciliana para coordinar sus intereses.

«La Cosa Nostra tiene 160 años de historia, han pasado por ella miles de militantes y ha tenido épocas muy diversas. La etapa de las grandes matanzas resultó catastrófica para sus intereses, porque no logró sus objetivos y salió de ella debilitada. Luego se tomó conciencia de que había que dejar de aparecer en las portadas de los diarios y pasar a una actividad más silenciosa centrada en lo de siempre: las relaciones con el poder económico y político», cuenta Salvatore Lupo, profesor de historia contemporánea en la Universidad de Palermo y experto en la Cosa Nostra.

Messina Denaro ha sido el gran intérprete de esta nueva fase, como muestra que en los últimos años entre las personas de su entorno las autoridades se hayan incautado de un patrimonio estimado en 4.000 millones de euros. Los intereses económicos de su clan mafioso van desde los supermercados hasta el sector de la construcción, pasando por la logística, las contratas públicas, el turismo y las plantas de energías eólica y fotovoltaica. «Este arresto debería propiciar una reflexión sobre cómo ha cambiado la Cosa Nostra, aunque ya no sea la más importante de las mafias italianas por haberle comido el terreno la 'Ndrangheta y la Camorra», sostiene Forgione.

El funcionamiento financiero de estas organizaciones es relativamente sencillo. «Una vez que se obtienen beneficios de la venta de droga, una parte se reinvierte en el narcotráfico, pero otra se inyecta en la economía limpia. Es una manera de actuar que contamina el sector en el que entra, porque es dinero a coste cero que viola las reglas de la competencia y del libre mercado», explica Grasso, señalando que de esta manera los clanes acaban logrando posiciones de monopolio en algunos ámbitos.

Es lo que ocurrió en la provincia de Trápani con los supermercados y las empresas de construcción ligadas a testaferros de Messina Denaro, o con los grandes mayoristas de la alimentación y de la logística. Este modelo puede seguir vigente pese a la detención del capo ya que se beneficia de las dificultades para verificar todas las inversiones en la economía legal. «En Italia tenemos una legislación rigurosa que permite controlar el lavado de dinero negro, pero en Europa es mucho más fácil hacerlo. Haría falta actualizar los protocolos para intervenir con más fuerza», propone Forgione.

Los expertos consultados no tienen grandes esperanzas de que Messina Denaro vaya a colaborar con la Justicia. «Tiene poco que ganar si habla. A sus 60 años le va a tocar cumplir al menos 20 ó 30 años de cárcel. Y además está enfermo. No tiene perspectivas de poder recuperar la libertad», dice Grasso, lamentando que se vayan a quedar sin despejar algunas de las incógnitas que aún quedan por responder de la etapa de las grandes matanzas cometidas por la mafia siciliana.

Durante 2021 hubo más de 30 operaciones policiales en España ligadas al crimen organizado de origen italiano, casi el doble que el año anterior. Lo revela el último informe semestral de la Dirección de Investigación Antimafia (DIA), el organismo formado por más de 4.000 agentes elegidos entre lo más granado de las fuerzas de seguridad de Italia. Uno de los países europeos donde más presencia tienen estos grupos criminales es España, que ocupa el primer lugar en el informe de la DIA sobre las actividades internacionales de los clanes mafiosos italianos.

«Tenemos a la Camorra, a la Cosa Nostra, a la 'Ndrangheta'… Todos están presentes en diversos modos en España, donde han encontrado un equilibrio. Gestionan sus espacios e inversiones como una suerte de federación ilegal», explica Lorena Di Galante, jefa del departamento de investigaciones judiciarias de la DIA. «No se molestan entre ellos y actúa cada uno en su territorio tratando de no llamar la atención».

El gran interés de las mafias italianas por nuestro país se explica en buena parte por constituir una de las principales puertas de entrada de la cocaína y el hachís hacia Europa. «La principal actividad que emerge de las investigaciones es el trafico internacional de drogas de Sudamérica y África por la posición geográfica de España. Es el puente de esas dos zonas del mundo hacia Europa», advierte Di Galante, que celebra la colaboración tanto de la Justicia como de las fuerzas de seguridad españolas para combatir a los diversos clanes mafiosos.

Desearía, eso sí, que hubiera una mayor conciencia social sobre cómo estos grupos criminales infectan los sectores económicos legales donde invierten los beneficios de sus negocios sucios. «Hay que desarrollar una cultura de la antimafia y estar atentos ante las situaciones en las que parece que se logran beneficios fáciles».