El presidente de Morgan Stanley International, entre los desaparecidos en el naufragio del velero de lujo en Sicilia

Los otros cuatro desaparecidos son la esposa de Bloomer, Judy, el socio de Clifford Chance, Chris Morvillo, y su esposa Nada, así como la hija de Lynch, Hannah, de 18 años. En el pecio de la embarcación se halló el único cadáver recuperado hasta ahora. Se trata de uno de los cocineros del yate, de origen canadiense, que murió después de que un tornado azotara el barco cerca de Porticello.

El 'Bayesian', construido en 2008 en la región italiana de Toscana con el nombre de 'Salute' y renovado en 2020, había partido del puerto neerlandés de Róterdam y la semana pasada se le vio cruzar el estrecho de Gibraltar. No llevaba ni un día anclado en Porticello, a unos 15 kilómetros de la capital siciliana, cuando ocurrió la tragedia. En el entorno de Palermo, según la Guardia Costera, «se esperaba mal tiempo, pero no de esta magnitud», con lluvia y vientos huracanados. El superyate se vio sorprendido entre las 4.00 y las 5.00, hora local, por una tromba marina, un fenómeno cada vez más habitual en Europa, y en cuestión de minutos acabó en el fondo del mar absorbido por una especie de torbellino.

Karsten Borner había encendido el motor de su barco, situado a escasos metros del 'Bayesian', para intentar controlarlo y evitar una colisión entre ambas embarcaciones durante el temporal. «Logramos mantenerlo y, cuando pasó la tormenta, nos dimos cuenta de que el velero que estaba detrás de nosotros había desaparecido. Se fue a pique y luego se hundió», relataba este lunes el capitán del 'Sir Robert Baden Powell' al diario 'Il corriere della sera'. La intervención de su tripulación resultó clave para evitar un desastre mayor ya que localizó a varios supervivientes en un bote salvavidas y los subió a bordo antes de la llegada de la Guardia Costera. También se acercaron algunos pescadores, pero sólo hallaron unas cuantas almohadas sobre el mar.

En uno de los botes se subieron Charlotte Golunsky, una británica de 35 años, y su pequeña Sophie, de un año, a la que perdió «dos segundos» en mitad del caos. «La abracé inmediatamente en medio de las olas», sollozaba, sin poder olvidar los «gritos» a su alrededor. Como ella, consiguió salvar también la vida la esposa de Lynch, Angela Bacares, de 67 años. En la lista de desaparecidos, además de su marido y de la hija de este, Hannah, figuran otros tres pasajeros procedentes del Reino Unido, Canadá y Estados Unidos así como un miembro de la tripulación cuya nacionalidad no ha trascendido.

La mayoría de los integrantes del crucero se encontraba en sus camarotes. Los buzos llegados de Roma y Nápoles que trabajaban este lunes en la zona del naufragio lo pudieron comprobar al descender a unos 57 metros de profundidad en busca de los desaparecidos y restos del velero. La escena era terrible, como quedó reflejado en uno de los chats internos de Protección Civil: «A través de los ojos de buey vieron cadáveres». Las autoridades investigan el suceso aunque el capitán Borner explicó que el mástil de aluminio de 75 metros -el más alto del mundo construido en este material- «se dobló, luego se rompió y cayó al agua» por la fuerza del viento, lo que habría hecho que el barco se desequilibrara.

El 'Bayesian' representaba, según los expertos en náutica, la fusión perfecta entre la navegación tradicional a vela y la ingeniería moderna. Una semana en una de sus seis lujosas suites costaba varios miles de euros, la cantidad que habrían pagado pasajeros como Lynch. El magnate, de 59 años y conocido como 'el Bill Gates de Inglaterra', levantó la compañía de software Autonomy y en los últimos años se vio envuelto en un juicio por fraude a raíz de la venta de su compañía a una firma estadounidense. Precisamente, Lynch y su familia estaban a bordo del lujoso velero con un pequeño grupo de sus asesores financieros y legales celebrando la reciente absolución del magnate de los cargos de fraude.