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Elon Musk continúa con su campaña para desacreditar al Gobierno británico y a su sistema judicial. El multimillonario, y miembro del entorno más cerca del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha utilizado en las últimas horas la red social X -de la que ... es propietario- para ridiculizar a un juez que sentenció a veinte meses de prisión a uno de los detenidos en los disturbios del pasado verano en el Reino Unido a raíz de la masacre ocurrida en Southport. Un fallo que compara con otra condena, a seis meses, que se impuso a los asesinos de otro adolescente con un machete.
La Justicia británica no funciona, según Musk, y la secretaria de Estado para la Protección de Mujeres y Niños, Jess Phillips, tendría que ser encarcelada por no apoyar la creación de una investigación nacional sobre las graves abusos sexuales y violaciones padecidos por niñas y adolescentes en ciudades inglesas, sin una respuesta adecuada de ayuntamientos y policías. Phillips ha optado por apoyar al Consistorio de una de las localidades, Oldham, cerca de Mánchester, al haber decidido poner en marcha una investigación pública local.
El Gobierno británico ha evitado réplicas a los comentarios de Musk sobre la política nacional. El dueño de X y de Tesla ha pedido, además, al rey Carlos III que intervenga por la negativa del primer ministro, Keir Starmer, a patrocinar una investigación que abarque todos los casos históricos juntos. El futuro miembro del gabinete de Trump aboga por que se indague en la conducta del 'premier' cuando era fiscal del Estado. Con sus palabras se ha reabierto el debate en el Reino Unido por aquellos sucesos.
La líder del Partido Conservador, Kemi Badenoch, se ha hecho eco de lo dicho por Musk que, pese a haber nacido en Sudáfrica, reside en Texas y se considera británico por su historia familiar. Los 'tories' tuvieron catorce años para organizar una investigación pública sobre este asunto pero su nueva jefa quiere que se lleve a cabo ahora.
Badenoch y Nigel Farage, al frente de Reform UK, han protagonizado agrias disputas en las últimas semanas. Se acercan las elecciones municipales de mayo y el propietario de Tesla ha sugerido que dará dinero para la campaña del segundo. La conservadora necesita frenar el ascenso de Reform UK, pero su rival también se ha sumado a la exigencia de una investigación histórica y nacional. No todo es armonía entre los partidos antiinmigrantes británicos.
Musk ha publicado comentarios y vídeos para criticar a Starmer, esta vez por el encarcelamiento en octubre del ultraderechista Tommy Robinson, tras desobedecer a los tribunales que le censuraron una grabación en el que acusaba a un adolescente sirio refugiado de atacar a compañeros ingleses de colegio y violar a chicas. Los jueces consideraron falsas ambas acusaciones. El multimillonario apoya a Robinson, mientras que Farage lo detesta. Al frente de sus tres partidos (el UKIP, el Brexit y ahora el Reform) el líder más ambicioso de la derecha nacionalista ha rechazado a los grupos de corte fascista, o al menos violentos, a los que ha pertenecido este ultra.
«Starmer fue cómplice de la violación del Reino Unido cuando encabezó el Servicio de Fiscalía de la Corona durante seis años. Debe dimitir y hacer frente a la acusación por su complicidad en el peor crimen en masa cometido en la historia de Gran Bretaña». Con este mensaje en la red social X –de la que es dueño– Elon Musk cargó contra el primer ministro británico, Keir Starmer, a quien acusa de tapar casos de pedofilia.
Sin una motivación clara de lo que le ha impulsado a realizar estas duras declaraciones, el que será miembro del gabinete de Trump se ha referido a un escándalo que causo un importante revuelo social en el Reino Unido. Un informe publicado en 2022 por un grupo de investigadores independientes señaló que entre 2010 y 2014 más de 1.400 niñas a cargo de los servicios de protección social fueron víctimas de abusos sexuales por parte de grupos organizados. Starmer estaba entonces al frente de la Fiscalía General británica.
Ante estas acusaciones, y consciente del peso que tendrá Musk en el próximo Gobierno estadounidense, el 'premier' ha preferido no responder de forma directa. Quien se refirió a las declaraciones de Musk fue su ministro de Sanidad, Wes Streeting, quien le acusó de «falta de información». Por T. Nieva
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