Secciones
Servicios
Destacamos
Álvaro Ybarra Zavala
Jueves, 22 de febrero 2024, 07:29
La radio sacó del abrigo de la trinchera a la unidad de 'Elefante', el apodo del novato de la unidad de artillería del primer batallón de la brigada de asalto Azov de la Guardia Nacional Ucraniana. A 'Elefante' le toca correr los trescientos metros que ... lo separan desde la seguridad de la trinchera hasta la posición donde se oculta el cañón de artillería. Una profunda arboleda camufla a los componentes de la unidad mientras se preparan para abrir fuego contra las posiciones rusas en el frente de Lyman. «¡Rápido, rápido!», grita Andriy, el comandante de la unidad. «¡Veinte segundos para abrir fuego!», exclama Vitaliy, otro miembro de la unidad. 'Elefante' se cubre los oídos con las manos y se agacha. «¡Fuego!», grita Andriy y, al unísono, el sonido de la ráfaga del obús retumba, rompiendo la calma que hasta entonces reinaba en la arboleda. La unidad repite la maniobra cuatro veces más antes de correr nuevamente al abrigo y a la seguridad del interior de la trinchera. 'Elefante' regresa con la cara desencajada; es su quinto día en el frente y sus compañeros de unidad le vacilan. «Tranquilo, esto es sólo el principio», le dice entre risas Vitaliy.
«Hoy hemos disparado más de lo que podemos», nos confiesa Andriy. «Tenemos una proporción de uno a siete frente a la artillería rusa y cada vez vamos a peor. Dentro de poco, tendremos que tirar piedras para atacar a los rusos», comenta Andriy, resignado ante la realidad que enfrenta su unidad en la línea del frente.
Ucrania vive hoy su momento más comprometido desde el inicio de la invasión rusa en febrero de 2022. Exhaustos y diezmados por las bajas, ahora tienen que hacer frente a la escasez de munición debido al bloqueo por parte del Partido Republicano del nuevo paquete de ayuda militar prometido por Estados Unidos. Un hecho que está siendo un factor clave en los avances del ejército ruso en el frente en su nueva contraofensiva. Como resultado, Ucrania ha tenido que retirar sus tropas de la estratégica ciudad de Avdiivka. La caída de Avdiivka a manos rusas era la crónica de una derrota anunciada desde el pasado mes de noviembre, cuando la 47ª Brigada Mecanizada hablaba abiertamente de su inferioridad en medios y que tenían diez veces menos munición disponible que los rusos, que además contaban con constante apoyo aéreo y cuyas bajas no eran un impedimento para sus oficiales a la hora de seguir lanzando ataques frontales contra las líneas ucranianas.
Por desgracia, el episodio de la derrota de Avdiivka puede no quedarse en un hecho aislado. Los avances de las tropas rusas en los sectores de Kupiansk, Lyman y Chasiv Yar están poniendo en serio aprieto al nuevo comandante en jefe del ejército de Ucrania, el general Olexander Syrsky, quien es consciente de que si la munición no comienza a fluir hacia Ucrania, la resistencia tendrá que seguir cediendo terreno poco a poco. Sin embargo, el Instituto de Estudios para la Guerra, un think tank estadounidense, es más optimista sobre la situación en el frente. Según este think tank, las fuerzas ucranianas probablemente podrán establecer nuevas líneas defensivas no muy lejos de Avdiivka, lo que probablemente provocará la culminación de la ofensiva rusa en esta área.
Además, las fuerzas rusas aún no han demostrado la capacidad de asegurar ganancias operativamente significativas ni de realizar maniobras mecanizadas rápidas a través de grandes extensiones de territorio, y la captura de Avdiivka no debe tomarse como una demostración de esta capacidad. «Los esfuerzos ofensivos rusos para tomar Kupyansk podrían obligar a los ucranianos a replegarse a la orilla izquierda del río Oskil, pero las fuerzas rusas en esta área han permanecido en gran parte empantanadas en pequeñas posiciones tácticas en la dirección de Kupyansk durante meses. Los esfuerzos ofensivos rusos al sur de Orikhiv probablemente no avanzarán más allá del propio Orikhiv, e incluso podrían no llegar a Orikhiv», asegura el Instituto de Estudios para la Guerra.
Ahora, nuevamente, el mejor aliado para las fuerzas ucranianas, y al que todos se aferran como un clavo ardiendo, es la famosa estación de «rasputitsa», ese periodo del año en el que se produce el deshielo y todos los campos se convierten en un lodazal que hace prácticamente imposible cualquier avance de las unidades mecanizadas. Una circunstancia que podría hacer que Ucrania gane tiempo para llevar a cabo una nueva movilización de efectivos y finalmente recibir la ayuda militar prometida por parte de Estados Unidos, dando pie a que a finales de abril o principios de mayo, Ucrania pueda retomar nuevamente la iniciativa en el frente.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.