El ministro principal de Escocia demanda un programa internacional de acogida de palestinos

Yousaf recordó que «en torno al millón de personas están desplazadas dentro de la Franja» y advirtió que el «castigo colectivo nunca se puede justificar». La población de Gaza, añadió, «no debe pagar el precio por las acciones de Hamas». Clamó por la liberación de los rehenes israelís, la apertura de un corredor humanitario y el cese del bloqueo de Gaza, además de denunciar la escasez de suministros médicos y la falta de agua, alimentos y electricidad en el sitiado territorio. «La vida de un palestino es igual a la vida de un israelí», enfatizó.

El musulmán jefe del Gobierno escocés se dirigió directamente al primer ministro del Reino Unido, el hindú Rishi Sunak, para demandar la urgente instauración de un plan de acogida de los que «quieran y puedan abandonar Gaza». También instó al Gobierno británico a contribuir en la «evacuación médica de civiles heridos».

La crítica situación en Oriente Medio dio pie al dirigente del SNP a defender los beneficios de una Escocia con independencia para marcar la estrategia migratoria, invertir en recursos públicos o potenciar la transición hacia fuentes de energía verdes, entre otras esferas de actuación. «Nuestra política migratoria se fundará sobre principios fundamentales: hospitalaria, internacionalista y compasiva… El ambiente de hostilidad (a los migrantes) se acabará cuando aseguremos la independencia«, dijo, en una clara crítica del Partido Conservador.

Se refirió específicamente a la actual ministra del Interior, Suella Braveman, quien alertó recientemente contra el «huracán» de migrantes que azota las costas europeas y ha apelado en el Tribunal Supremo el fallo judicial que bloqueó el programa de exportación de refugiados a Ruanda. «Me hace esforzarme aún más por la independencia, de forma que la política de inmigración se decida aquí en Escocia», clamó en su intervención en Aberdeen.

Yousaf instó a la militancia del SNP a dejar de hablar del proceso hacia la autodeterminación y explicar ahora el «por qué» de la independencia. La cuestión del «cómo» se cerró, al menos temporalmente, con el respaldo de los delegados en la jornada inicial de la conferencia a la estrategia del liderazgo, que reclamará el mandato de negociar la escisión con el Gobierno central si el partido gana una mayoría de escaños escoceses en las generales previstas en 2024.

La independencia es más popular que el SNP. Un promedio del 49% de la población escocesa aboga por la separación del Reino Unido, lo que supone cuatro puntos más que el umbral alcanzado en el referendo de 2014, de victoria unionista. La formación ha sufrido el peor descalabro en los sondeos de opinión, después de trece años al frente del autogobierno, a partir de la renuncia de la anterior ministra principal Nicola Sturgeon y la elección de su sucesor en marzo. La media de las encuestas de los últimos seis meses registra una intención de voto del 36% a favor del SNP -con una pérdida de nueve puntos desde las generales de 2019- y del 31% por el laborismo, que ha ganado trece puntos en el mismo periodo.

El partido de Keir Starmer es una vez más la principal fuerza unionista en Escocia y podría frustrar la estrategia independentista de Yousaf, quien prometió invertir millones en sanidad pública, energía eólica y las artes en los próximos cinco años. El ministro principal anunció también planes para emitir deuda pública escocesa en los mercados internacionales como reclamo de inversiones externas y como signo de que su gobierno está «poniendo los cimientos de un estado independiente».