El menor británico localizado en Francia escapó de una comuna espiritual

El joven desapareció durante unas vacaciones familiares en Málaga de 2011 y fue encontrado el miércoles en una carretera pirenaica por Fabien, un estudiante de 26 años que reparte medicinas por la noche. Batty hacía autostop a las tres de la madrugada después de caminar solo «durante cuatro días y cuatro noches» por la montaña. Viajaba de noche y dormía de día, probablemente para no ser descubierto. Se alimentaba de lo que encontraba en el campo o en los jardines. Llevaba cien euros en el bolsillo, pero no tenía teléfono.

El británico habría tomado, según explicó a las autoridades por medio de un intérprete, la decisión de marcharse de la comunidad espiritual en la que residía con su madre en los Pirineos después de que ésta le anunciara que pretendía irse a vivir a Finlandia. Al parecer, el adolescente no quería seguir con esa vida nómada y optó por ir a buscar a su abuela, su tutora legal, en el Reino Unido.

Alex Batty nació en 2006 en Oldham, cerca de Manchester, hijo de dos abogados. Fue criado por su madre y su abuela materna, después de que su padre abandonara el domicilio familiar. En 2014, cuando tenía 8 años, estuvo en Marruecos dos veces con su progenitora. Luego vivió con su abuela durante dos años, mientras su madre seguía en el país magrebí.

Por esa época hubo un conflicto entre la madre y la abuela a raíz de la educación del niño. La custodia legal fue otorgada a esta última, dada «la inestabilidad» de la progenitora, según la sentencia judicial. Sin embargo, la madre convenció en 2017 a la abuela para que dejara a Alex irse de vacaciones a Málaga con ella y el abuelo materno. Luego los tres habrían viajado a Marruecos sin el consentimiento de su tutora. Allí residieron durante dos años, cambiando constantemente de domicilio.

En 2021, cuando Alex tenía unos 15 años, se trasladaron a los Pirineos Orientales franceses. El adolescente ha sido incapaz de precisar los lugares exactos, pero, según las explicaciones que dio a los gendarmes, se cree que se movieron de manera nómada por los departamentos de Aude, Pirineos Orientales y Ariège.

Alex contó que vivían en una «comunidad espiritual» y que se desplazaban sólo en coches compartidos y que siempre transportaban con ellos «paneles solares y un huerto» para alimentarse. Explicó asimismo que han residido en grandes casas con otras familias, con las que trabajaban sobre «la meditación, el ego y la inexistencia del mundo real». El menor se encuentra bien de salud y parece, según los profesionales que le examinaron, inteligente, pese a no haber sido escolarizado durante los seis años que ha estado desaparecido.

«Batty ha confirmado que no fue secuestrado, que siempre tenía la libertad de ir y venir, pero que sí ha estado obligado a vivir en estas condiciones», contó el fiscal. Sin embargo, explicó a los gendarmes haber sido víctima de abusos sexuales cuando era pequeño, pero no durante su periplo por distintos países. El joven relató además que su abuelo murió hace seis meses.

Las autoridades francesas creen que la madre de Alex «probablemente se encuentre en Finlandia», aunque no ha sido localizada. Se espera que el menor, que está actualmente a cargo de los servicios sociales franceses, viaje en los próximos días al Reino Unido para reunirse con su abuela.