El presidente de la Unión Africana, Azali Assoumani, habla junto a la primera ministra de Italia, Giorgia Meloni. Remo Casilli/Reuters

Meloni intenta frenar la inmigración con 5.500 millones de euros en proyectos para África

Pese a las promesas de mano dura de la primera ministra, en 2023 desembarcaron en Italia más de 157.000 migrantes, la cifra más alta desde 2016

Darío Menor

Corresponsal. Roma

Lunes, 29 de enero 2024, 19:43

Durante 2023 llegaron a Italia cruzando el Mediterráneo Central más de 157.000 inmigrantes irregulares, un 50% más que el año anterior y una cifra muy alejada de las expectativas de Giorgia Meloni, que ganó las elecciones generales celebradas en septiembre de 2022 con la ... promesa de frenar los desembarcos de indocumentados que atraviesan el Canal de Sicilia. No obstante, su primer ejercicio completo al frente del Ejecutivo se cerró con la cifra más alta de llegadas desde 2016. Con el objetivo a medio plazo de reducir la inmigración ilegal al tiempo que abonaba el terreno para los intereses de las empresas de su país, la primera ministra presidió este lunes en Roma la cumbre Italia-África, en la que participaron 25 jefes de Estado y de Gobierno de naciones de ese continente, además de los máximos representantes de las instituciones europeas. La reunión constituye uno de los momentos destacados de la presidencia del G7 que ejerce Italia durante este primer semestre de 2024, junto al encuentro que se celebrará en junio en la región meridional de Apulia.

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En la conferencia de este lunes, celebrada en el Senado de la capital italiana, Meloni presentó el llamado Plan Mattei, un programa de cooperación que, entre otros objetivos, pretende impulsar el desarrollo del sector energético en los países africanos y cuyo nombre rememora a Enrico Mattei, fundador de la empresa de hidrocarburos italiana Eni y considerado un referente a la hora de hacer negocios al otro lado del Mediterráneo. El proyecto contará con una dotación inicial de 5.500 millones de euros entre créditos y donaciones ofrecidos por las instituciones italianas, según explicó la jefa del Ejecutivo de Roma, mostrando su deseo de que la cantidad aumente con aportaciones tanto de la Unión Europea como de las instituciones financieras internacionales.

Meloni defendió «un nuevo enfoque», en el que no se trata de desarrollar las habituales relaciones «paternalistas, predatorias, caritativas» entre las naciones europeas y africanas

Con ese dinero se impulsarán «proyectos estratégicos concentrados en pocas prioridades a largo plazo en educación, salud, agricultura, agua y energía», señaló Meloni, explicando que se partirá con un puñado de países: Marruecos, Argelia, Mozambique, Egipto, Túnez, Congo y Costa de Marfil. La primera ministra se preocupó mucho en remarcar que Italia plantea «un nuevo enfoque», en el que no se trata de desarrollar las habituales relaciones «paternalistas, predatorias, caritativas» que han marcado durante siglos los lazos entre las naciones europeas y africanas, sino que ahora el objetivo es «crecer juntos» tratándose «entre iguales».

La pomposa declaración de intenciones de Meloni se topó con la jarra de agua fría que le echó por encima Moussa Faki, el presidente de la Comisión de la Unión Africana, quien reconoció que les habría gustado «ser consultados» en el diseño del Plan Mattei. También manifestó su deseo de que se pase «de las palabras a los hechos, ya que no nos contentamos con simples promesas que luego no se mantienen». Y por si fuera poco, Mahamat también se manifestó en contra de la política de 'mano dura' frente a la inmigración que defiende el partido de Meloni, Hermanos de Italia, al igual que otras fuerzas de la derecha europea. «Lo que hace falta es amistad, no barreras de seguridad, que son barreras de hostilidad», remarcó.

El Constitucional de Albania da luz verde al polémico acuerdo con Italia para establecer dos centros de acogida para extranjeros

En el mismo día de la cumbre Italia-África, clave en su estrategia internacional, a la primer ministra Giorgia Meloni la mejor noticia posible le llegó desde Albania, donde la Corte Constitucional, por cinco votos a favor y cuatro en contra, señaló que no vulnera la Carta Magna el polémico acuerdo al que llegaron el pasado mes de noviembre los Gobiernos de Tirana y de Roma. Este pacto prevé establecer en territorio albanés dos centros de internamiento para los inmigrantes mayores de edad que hayan sido socorridos en el Mediterráneo Central cuando pretendan llegar a Italia. La decisión llega después del recurso planteado por algunos diputados de la oposición albanesa contra el acuerdo, para cuya puesta en marcha queda ya sólo la aprobación del Parlamento, en el que tiene la mayoría el partido del primer ministro, Edi Rama, firmante del pacto con Meloni. Se espera que en los dos centros puedan ser acogidos hasta 36.000 inmigrantes al año.

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