I. Ugalde
Sábado, 14 de diciembre 2024, 18:49
Frente a los al menos diez años que le corresponde esperar a un extranjero para optar a la ciudadanía italiana, al presidente argentino, Javier Milei, le ha bastado con una visita este fin de semana a Roma para hacerse con la ciudadanía. Ha sido su ... amiga, la primera ministra, Giorgia Meloni, quien ha hecho posible que desde este sábado el mandatario y su hermana, Karina, gocen de la nacionalidad al promover que la solicitud de ambos se tramitara por vía expedita. La medida ha levantado una oleada de críticas en la oposición, que no ha dudado en considerarla una «discriminación intolerable» por los duros requisitos que aplica el Gobierno al resto de aspirantes.
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Aunque tanto Milei y su hermana cumplían los requisitos para optar a la nacionalidad ya que, como argumentó Meloni, sus abuelos eran italianos que tuvieron que exiliarse en Argentina a principios del siglo XX, lo cierto es que los tiempos de espera para obtenerla son muy dilatados. En Italia los extranjeros necesitan residir una década en el territorio para poder tramitar la ciudadanía e incluso los niños nacidos en el país, cuyos padres son migrantes, no pueden solicitarla hasta cumplir los 18 años.
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Dado el trato desigual que se aplicado en esta ocasión en favor de Milei, quien hace unos meses declaró en una entrevista que era «un 75% italiano», la oposición ha aunado sus voces para criticar a la ultraderechista Giorgia Meloni por contradecir la política migratoria de su propio Gobierno para favorecer a su amigo. «Otorgar la nacionalidad al presidente argentino representa un insulto y una discriminación intolerable contra tantos jóvenes que sólo la obtendrán al cabo de muchos años», denunció este sábado Riccardo Magi, diputado de la coalición liberal Más Europa.
De visita en Roma
La concesión de la ciudadanía a Milei trascendió después de que el mandatario se reuniera a última hora del viernes con Meloni en el palacio Chigi de Roma, donde se encuentra la sede del Ejecutivo. El economista ultraliberal, que este mes cumplió un año al frente de la Casa Rosada, se encuentra de visita en el país para estrechar lazos con su aliada y para participar además en el festival anual Atreju, que organiza el partido gobernante, Hermanos de Italia.
La sintonía entre Milei y Meloni es absoluta. No hay más que ver que en los últimos doce meses han sido varias las reuniones que han mantenido, la última de ellas en Buenos Aires el 20 de noviembre. En esa ocasión, el líder argentino obsequió a la primera ministra italiana una estatuilla suya con una motosierra, símbolo de su política de recortes.
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