El presidente francés, Emmanuel Macron, este jueves en el Palacio del Elíseo. Reuters

Macron quiere acelerar la reindustrialización de Francia

El presidente galo quiere hacer de esta cuestión una prioridad de su segundo mandato para dejar así de lado su polémica reforma de las pensiones

Beatriz Juez

París

Jueves, 11 de mayo 2023, 20:05

El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este jueves en París una serie de medidas para acelerar la reindustrialización del país. El jefe del Elíseo quiere hacer de «la reconquista industrial» una prioridad de su segundo mandato. Con esta iniciativa también busca pasar por fin la ... página de la impopular reforma de las pensiones y las protestas en las calles, que han puesto en jaque al Gobierno desde enero.

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Macron considera que la industria es un pilar esencial de la economía gala y que la reindustrialización es «la clave» de la soberanía de Francia. «Reindustrializar es un desafío económico, político, territorial y geopolítico», explicó el presidente en un encuentro en el Palacio del Elíseo con figuras claves del sector industrial.

«Si no lo hacemos, dependeremos de otros. En esta batalla, no tenemos la vocación de convertirnos en consumidores de la industria estadounidense», advirtió el mandatario, que presenta la reindustrialización como «la madre de todas las batallas». La reforma de las pensiones fue en su día considerada por los macronistas como «la madre de todas las reformas».

Según el Palacio del Elíseo, la política de reindustrialización del país que Macron puso en marcha tras llegar al poder en mayo de 2017 está «dando sus frutos», tras más de 30 años de desindustrialización en Francia: se han creado 1,7 millones de empleos en el territorio galo, de los que 90.000 han sido empleos industriales, y hay 300 nuevas fábricas.

Macron quiere ir, sin embargo, más lejos. Considera que esta reconquista industrial debe continuarse y acelerarse para preparar la Francia de mañana, responder al desafío medioambiental, preservar el modelo social y alcanzar el pleno empleo. «Reforzar el atractivo de Francia para los inversores para apoyar las industrias verdes, acelerar las implantaciones industriales y acompañar y anticipar las transformaciones de los territorios» son los principales desafíos de esta reindustrialización, según el Elíseo.

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El presidente considera que «reindustrializar es la única manera de crear empleos» en todo el país. «Esta batalla la podemos ganar», dijo convencido. El Gobierno francés presentará el martes en el Consejo de Ministros un proyecto de ley de industria verde para ayudar a que la reindustrialización sea una realidad. Macron prometió que la industria francesa será en 2030 «descarbonizada, respetuosa de la biodiversidad, digitalizada y transformadora».

«Profesiones con futuro»

El mandatario quiere que Francia sea más competitiva y hacerla más atractiva para los inversores extranjeros. Para lograrlo apuesta por invertir 700 millones de euros para «acelerar masivamente» la formación de «profesiones con futuro» en el sector industrial. El presidente también anunció que se pondrá en marcha un procecedimiento «supersimplificado» para acelerar las implantaciones industriales y que se reducirán a la mitad los plazos administrativos para aquellas empresas que se instalen en el país.

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«Los plazos reales de los proyectos industriales son actualmente de 17-18 meses. Los hemos reducido mucho. Antes eran de dos a tres años. Lo que vamos a hacer es llevarlo a 9 meses garantizados», prometió a los inversores industriales. Macron anunció asimismo la puesta en marcha de «un crédito fiscal verde» para el desarrollo de tecnologías como, por ejemplo, para la fabricación de baterías eléctricas, turbinas eólicas o paneles solares. Según sus cálculos, esta medida debería «traducirse en inversiones de 20.000 millones de euros sobre el territorio nacional de aquí a 2030».

El jefe de Estado galo también quiere que las ayudas de Estado se destinen a apoyar las baterías y vehículos eléctricos producidos en Europa. Macron aseguró que no se trata de ser proteccionista, sino que no quiere que se utilice el dinero de los contribuyentes franceses para acelerar la industrialización no europea. No quiere repetir los errores cometidos en el pasado con la industria fotovoltaica, dominada por China.

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Aunque Macron quiere pasar la página de la reforma de las pensiones, los sindicatos no están dispuestos. Exigen que el Gobierno retire la ley, a la que se oponen la mayoría de los ciudadanos. Las líderes sindicales, que se reunirán la semana que viene con la primera ministra, Élisabeth Borne, preparan una nueva jornada de protestas el 6 de junio.

El 8 de junio, la Asamblea Nacional examinará una propuesta del grupo parlamentario centrista y regionalista LIOT (Libertad, Independientes, Ultramar y Territorios) para derogar la reforma de Macron y regresar a los 62 años como edad mínima legal para jubilarse en Francia. La reforma de Macron la eleva a los 64.

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