Macron mantiene su reforma migratoria pese al revés en la Asamblea

Siete diputados y siete senadores se reunirán a puerta cerrada para tratar de llegar a un acuerdo sobre un texto común sobre la reforma migratoria. La comisión utilizará como base el documento aprobado en noviembre por el Senado. Se trata de una versión más dura que la inicialmente presentada por el ministro del Interior, Gérarld Darmanin.

El Ejecutivo no decide la composición de la comisión mixta paritaria, sino que ésta depende de la correlación de fuerzas de cada grupo dentro de las dos cámaras que forman el Parlamento galo. El Gobierno deberá llegar a un acuerdo con la derecha si quiere que sacar adelante la reforma.

El presidente Emmanuel Macron reiteró su apoyo a Darmanin durante el Consejo de Ministros. El titular de Interior presentó la noche del lunes su dimisión tras fracasar a la hora de sacar adelante el proyecto, pero el mandatario la rechazó. El jefe de Estado denunció «la alianza contra natura» de la oposición para bloquear el debate de la propuesta, según la prensa francesa. La moción de censura previa de texto fue apoyada por una alianza de diputados de la izquierda, de la derecha moderada y de la extrema derecha.

Macron, que lamentó que no haya habido el debate, denunció también «el cinismo», «la incoherencia» y «el juego de lo peor que han llevado a cabo especialmente los dos partidos de Gobierno que han dirigido el país durante 40 años». El presidente se refería al Partido Socialista y a Los Republicanos (derecha moderada).

El portavoz del Palacio del Elíseo no cree que, tras el varapalo recibido, sea necesario disolver la Asamblea Nacional y convocar nuevas elecciones legislativas, tal y como exigió Jordan Bardella, presidente de la formación ultraderechista Agrupación Nacional y mano derecha de Marine Le Pen. Bardella cree que el rechazo de la reforma migratoria por los diputados «es la señal de un poder que pierde el equilibrio, de un Gobierno que ha perdido toda su autoridad y que no controla nada de nuestra sociedad».

El partido de Marine Le Pen presentó este martes una proposición de ley para facilitar la expulsión de extranjeros cuya presencia en Francia constituye una «grave amenaza para la seguridad y el orden público».