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Beatriz Juez
Corresponsal en París
Sábado, 2 de abril 2022
Tras cinco años en el Palacio del Elíseo y una campaña electoral minimalista, el presidente saliente Emmanuel Macron instó este sábado a «la movilización general» de sus votantes para garantizar su reelección y luchar contra la extrema derecha. El presidente-candidato prometió a los franceses ... en su primer mitin electoral en Nanterre, en las afueras de París, «una Francia de la paridad, de ecología y el progreso» si es reelegido para un segundo mandato.
«La movilización, es ahora», dijo Macron, al que todos los sondeos le dan como claro favorito para ganar el próximo 24 de abril las elecciones presidenciales francesas. El candidato de La República en Marcha es consciente del peligro de que muchos de sus votantes se queden en casa, pensando que las elecciones están ya decididas y su reelección está ya garantizada. «No quiero ni arrogancia ni derrotismo, quiero la movilización general», dijo Macron en su primer y único mitin electoral antes de la primera vuelta, que tendrá lugar el próximo domingo.
Macron, muy ocupado con la guerra de Ucrania y su cargada agenda europea, había llevado a cabo hasta ahora una campaña minimalista, marcada por pocos desplazamientos electorales, su negativa a debatir con los otros candidatos antes de la primera cita electoral y contadas entrevistas en televisión.
El presidente francés, cuyo país es miembro del Consejo Permanente de Naciones Unidas, ha estado muy ocupado en las últimas semanas intentado mediar entre Kiev y Moscú. El mandatario ha tratado de convencer, sin mucho éxito hasta ahora, al presidente ruso Vladimir Putin para que frene su agresión militar contra Ucrania. Y ha estado en contacto con el presidente ucraniano Volodímir Zelenksi casi a diario, además de coordinarse con otros jefes de Estado y de Gobierno sobre la situación en Ucrania. Este conflicto le ha quitado más horas de sueño que su campaña electoral.
La agenda internacional de Macron ha estado también muy cargada por sus múltiples citas europeas, ya que Francia tiene este semestre la presidencia de turno del Consejo de la Unión Europea.
El minimalismo de su campaña contrasta con el gran despliegue de medios exhibido este domingo en su primer mitin electoral, que tuvo lugar en La Défense Arena de Nanterre, en las afueras de París. Esta sala de conciertos y espectáculos se transformó durante unas horas en la 'Macron Arena', como la bautizó su equipo de campaña.
Un auténtico show político digno de una campaña electoral a la americana e inspirado, según la cadena de televisión BFMTV, de la SuperBowl. Más de 30.000 personas en el público y 600 periodistas acreditados. «La Marsella» cantada a capela. Bengalas. Los miembros del Gobierno haciendo la ola entre el público. Dos horas y media de discurso electoral. Un escenario hexagonal con el público rodeando al candidato. Y una sola estrella del show: Macron.
«Manu 2022», «Francia con Macron», «1 y 2 y 5 años más» y «Gracias Macron», rezaban algunas de las pancartas en la sala. «Macron, presidente» y «Cinco años más», gritaban los militantes entusiasmados, agitando banderas europeas y francesas.
El candidato centrista busca convencer no sólo a aquellos que ya votaron por él en 2017 para que lo vuelvan a hacer, sino que quiere ampliar su electorado aún más. Instó a todos aquellos, «desde la socialdemocracia al gaullismo, pasando por los ecologistas», a votar por él en los próximos comicios y luchar contra las ideas de la extrema derecha del tándem formado por Marine Le Pen y Éric Zemmour.
En su programa electoral hay políticas que pueden ser consideradas de izquierdas y otras de derechas. «Cuando caminamos necesitamos las dos piernas, la derecha y la izquierda, y hay que poner una después de la otra para avanzar», explicó gráficamente Macron hace unos días en Dijon.
«Habrá que trabajar más y más tiempo», advirtió a los franceses el presidente, que si es reelegido seguirá adelante con la reforma de las pensiones, una de sus promesas electorales de 2017 que tuvo que aparcar por la crisis sanitaria. «Hay que trabajar más tiempo porque somos más longevos. Y sí, como ya lo han hecho Italia, España, Alemania y tantos de nuestros vecinos habrá que pasar la edad de jubilación a los 65 años», añadió.
Macron exhibió durante su discurso un europeísmo sin complejos. Reivindicó la divisa francesa de la «libertad, igualdad y fraternidad» y la laicidad. Y recordó a los franceses la necesidad de «defender sin descanso» estos valores, pues «son una conquista de cada mañana».
«Ante el retorno de lo trágico en la Historia (en referencia a la vuelta de la guerra a Europa con la invasión rusa de Ucrania), no somos los que atizamos los miedos y buscamos chivos expiatorios«», añadió, fustigando sin nombrarlos en ningún momento a los candidatos de la extrema derecha.
«Emmanuel Macron me ha atacado en su mitin. Que venga a debatir. Le quedan siete días para fingir que hace campaña», escribió en Twitter el ultraderechista Éric Zemmour, aludiendo al hecho de que Macron se ha negado a hacer debates electorales antes de la primera vuelta. El presidente criticó en su discurso, sin citarla, la teoría supremacista del «gran reemplazo» que defiende Zemmour. Esta teoría conspiracionista sostiene que la población blanca está siendo reemplazada por inmigrantes.
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