Macron anuncia un consenso para reformar en profundidad el sistema financiero mundial

Entre los invitados se encontraban el canciller alemán Olaf Scholz, la secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, entre otros. Por parte de España, estuvo la vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, ante la ausencia del presidente Pedro Sánchez, que no acudió a la cita por motivos de agenda.

La cumbre pretendía, según el Gobierno francés, «repensar colectivamente la arquitectura de la financiación de la solidaridad internacional y de la acción climática, mediante la propuesta de soluciones concretas para que el sistema internacional cuente con una mayor capacidad de reacción y sea más eficaz y justo». «Este encuentro tiene como vocación lograr la unidad de la comunidad internacional detrás de las respuestas que podamos aportar a esos desafíos de la lucha contra las desigualdades y el combate por el planeta», ha explicado Macron en rueda de prensa en el Palacio de Brongniart, antigua sede de la Bolsa de París.

Casi 80 años después de los acuerdos de Bretton Woods, los líderes reunidos en París pretenden sentar las bases de un nuevo sistema financiero para superar los desafíos comunes del siglo XXI: la lucha contra las desigualdades, el cambio climático y la protección de la biodiversidad. «Ningún país debería tener nunca que elegir entre reducir la pobreza, alcanzar la transición verde y preservar el planeta», han concluido los asistentes a Cumbre para un nuevo pacto financiero mundial.

«La lucha contra la pobreza y la lucha contra el cambio climático son combates convergentes», han afirmado en el documento final. Macron se ha mostrado a favor de establecer un impuesto internacional para financiar esos objetivos. Pero consideró que para ello es necesario alcanzar un acuerdo global. «No funciona cuando lo hacemos solos porque somos castigados, los flujos financieros se van a otro sitio», ha razonado.

En París, también se han logrado algunos avances concretos. Por ejemplo, los países acreedores de Zambia han alcanzado un acuerdo para reestructurar una parte de la deuda de este pequeño país africano.

El FMI ha anunciado en la cumbre que se ha llegado a un acuerdo para movilizar 100.000 millones de dólares en derechos especiales de giro (DEG) en beneficio de los países más vulnerables para ofrecerles «recursos adicionales a países con un margen de maniobra financiera limitado». Este montante es un activo de reserva internacional que puede cambiarse por divisas o donarse entre los miembros de la organización financiera. También se ha reafirmado la promesa de 2009 de desbloquear por fin otros 100.000 millones de dólares al año para ayudar a las naciones pobres a hacer frente al calentamiento global.

Reformar en profundidad el actual sistema financiero internacional, sin embargo, llevará tiempo. La cumbre ha permitido, según los organizadores, identificar una serie de acciones prioritarias para que construir un plan «más resiliente y resistente a los choques» en los dos años siguientes. También se ha establecido una hoja de ruta y una lista de objetivos de cara a las próximas citas internacionales: la cumbre del G20 en Delhi, las reuniones anuales del FMI y el Banco Mundial en Marrakech y la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28) en Dubái.