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El viaje de la plana mayor del Ejecutivo comunitario a Kiev, sede este jueves y viernes de una cumbre bilateral UE-Ucrania, cuenta con una gran carga política de apoyo a la exrepública soviética. Fiel a ese esquema, la Comisión Europea anunció desde allí una ... nueva tanda de sanciones a Rusia, la décima desde que comenzó la guerra. Aunque al cierre de esta edición no habían trascendido los detalles sobre los nuevos castigos económicos, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, destacó que la UE se plantea cortar todos los vínculos tecnológicos con Moscú para mermar su capacidad de explotación de recursos naturales y de fabricación de armamento. En paralelo, el viaje sirvió para acelerar la integración económica de Ucrania en el mercado único y profundizar en las conversaciones sobre su futuro acceso al bloque comunitario.
Las nueve rondas de sanciones europeas contra Moscú ya están teniendo consecuencias en la economía rusa, según la jefa de la Comisión, Ursula von der Leyen. «Estamos haciendo que Putin pague por su guerra atroz», aseveró antes de añadir que solo el tope del G7 y la UE al petróleo ruso ha tenido un coste de 160 millones de euros para el Kremlin. Por su parte, el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, presionó a Europa para que tome nuevas medidas: «Cuanto más hagamos, más cerca estaremos de la derrota de la agresión rusa», aseguró.
El bloque está analizando cómo emplear los bienes públicos confiscados a Rusia en la reconstrucción de Ucrania. Además, la UE trabaja junto al Gobierno de Kiev en la recogida de pruebas de la barbarie rusa y creará un centro en La Haya para juzgar los crímenes de guerra y garantizar «la rendición de cuentas».
Zelenski confirmó este jueves que el Ejército ocupante está sometiendo a sus tropas a una dura ofensiva en el Donbás. Por ese motivo, destacó la importancia de «acelerar» el apoyo del club comunitario para hacer frente a «un enemigo común que está concentrando fuerzas y representa la fuerza más antieuropea del mundo». La victoria, con todo, debe traspasarse también «al ámbito político. El pueblo ucraniano debe sentir el apoyo de la UE», destacó.
Parte de ese apoyo llegará en forma de pactos energéticos y comerciales para reforzar la integración de Ucrania en el bloque, sin que, por el momento, se acelere su proceso de ingreso. El país ya está conectado a la red eléctrica europea y, ahora, se estrecharán lazos con acuerdos de roaming y otros que faciliten la entrada de productos ucranianos en Europa.
Los encuentros entre comisarios comunitarios y ministros ucranianos sirvieron este jueves para profundizar en el diálogo sobre el proceso de adhesión. Von der Leyen subrayó la «determinación» de las autoridades ucranianas y su «impresionante trabajo» para cumplir con la agenda marcada por Bruselas. Hizo referencia a los pasos dados en la lucha contra la corrupción, que ya ha tenido «efectos tangibles».
Hace tan solo una semana, Zelenski llevó a cabo una gran purga entre la cúpula de su Gobierno, bajo sospecha de haber recibido sobornos. El dirigente destituyó a quince altos funcionarios, entre ellos el viceministro de Infraestructuras, Vasil Lozinskyi, acusado de inflar los precios de los generadores para desviar más de 366.000 euros.
En estos dos últimos días ha despedido a los jefes del servicio de aduanas por abuso de poder y ha registrado decenas de empresas y propiedades, entre ellas las del oligarca Igor Kolomoiski, precisamente el magnate que impulsó su carrera como actor y le financió la campaña electoral para llegar a la presidencia. Pese a todas las buenas palabras de este jueves con Von der Leyen, la UE sigue poniendo como condición imprescindible a Zelenski que acabe con la corrupción institucional. Y ahí no caben viejas amistades.
Un bombardeo ruso en Kramatorsk, en la región de Donetsk, acabó con la vida de al menos tres personas y dejó una veintena de heridos tras el impacto de «un cohete» en un edificio residencial ubicado en el centro de la ciudad. «Esta es la realidad diaria de la vida en nuestro país, un país fronterizo con el mal absoluto», denunció el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. La zona, donde las víctimas quedaron bajo los escombros, está controlada por separatistas prorrusos desde 2014.
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