Una unidad de defensores ucranianos recibe una clase en el frente de Donetsk sobre las minas y trampas explosivas que utilizan las tropas rusas. Viacheslav Ratynskyi/Reuters

Kiev reactiva la vía del plan de paz para presionar a Rusia mientras su avance se estanca

Arabia Saudí recibe a la UE, el Reino Unido, EE UU y otros países de Asia, América y África en una cumbre que quiere atraer a China, Brasil e India

Viernes, 4 de agosto 2023, 22:47

Ucrania ha conseguido reunir a más de treinta países esta sábado y domingo a orillas del mar Rojo, en la ciudad saudí de Yeda, para debatir un decálogo de paz con el que busca concitar una abrumadora presión internacional sobre Rusia. La paradoja de este ... encuentro es que se produce en un momento en que ni uno ni otro Estado están dispuestos a hablar. Sin embargo, al tomar Kiev la iniciativa, sí se halla en condiciones de evidenciar políticamente que Moscú es, de los dos, el único contendiente que rehúsa negociar la paz. Los ucranianos quieren, además, mantener la tensión global, temerosos de que su falta de mejores resultados en el campo de batalla -después de generar altas expectativas de derrotar a los invasores en primavera- empiecen a desalentar a los aliados que hacen grandes esfuerzos económicos para suministrarles armas.

Publicidad

A Yeda, Ucrania llega con un listado de condiciones que frustran cualquier posibilidad de éxito: soberanía e integridad territorial de Ucrania, la revisión de Crimea como península anexionada a Rusia, la retirada de todas las tropas invasoras, un fondo para reconstruir el país (que probablemente se alimentaría de las cuantías rusas bloqueadas) y garantías futuras de seguridad, bien a través de la OTAN o un paraguas de protección pactado con Estados Unidos. A cambio, Occidente levantaría las sanciones a Moscú.

Un programa de máximos así no alienta a la esperanza. Sin embargo, lo que Kiev pretende con esta conferencia, al igual que Arabia Saudí, su anfitrión, o Estados Unidos, consiste en buscar un punto de partida para trabajar en un acuerdo factible para los dos países, que sería analizado en una nueva cumbre el próximo noviembre. Y aquí importa mucho la letra pequeña. En principio bastaría un alto el fuego o un armisticio como una posición más cómoda para negociar. Ucrania propone que la OTAN también trate directamente con el Kremlin su futura relación. Y Putin, posiblemente, debería salir del radar del Tribunal Internacional, ya que parece difícil que firme la paz a sabiendas de que será detenido por crímenes de guerra en cuanto pise suelo extranjero.

Acabar con la ambigüedad

Por parte de EE UU viajará su consejero de Seguridad Nacional, Jake Sullivan. Washington persigue una unanimidad general que ratifique el aislamiento de Moscú y le obligue a un diálogo. En ese objetivo, para la Casa Blanca es básico atraer a China, India y Brasil, tres países que se han negado a condenar la invasión.

Todos ellos mantienen una calculada ambigüedad. India, además, importa enormes cantidades de petróleo ruso, que, por cierto, luego revende a Europa pese a las trabas de que se ufana la UE. Y Lula es crítico con el intervencionismo estadounidense y el negocio que la industria armamentística está haciendo con la guerra. Su Gobierno no había confirmado este viernes su asistencia.

Publicidad

Desde Pekín acudirá el enviado para Asuntos Euroasiáticos, Li Hui, e India desplazará al secretario de Exteriores, Sanjay Verma. El resto de delegaciones las compondrán diplomáticos y altos cargos gubernamentales y de defensa. La presencia de jefes de Gobierno o de Estado se reserva para una conferencia final si es que llega. Han confirmado su presencia los Veintisiete, el Reino Unido, y países del este europeo, África, Asia y Latinoamérica, como México, Sudáfrica, Polonia e Indonesia. Arabia Saudí consolida su papel mediador incluso ante Turquía, que ha propulsado intentos de alcanzar la paz y estará hoy en Yeda. Los saudíes han facilitado varios intercambios de presos.

«China sigue dispuesta a trabajar con la comunidad internacional para llegar a un acuerdo político»

Ministerio de Exteriores chino

El contexto en el que Kiev presenta su decálogo es diferente a cualquier cita anterior. Pese al cerrado apoyo occidental, sabe que algunos socios dudan de que el mero envío de armas para la guerra sea la solución. Polonia y el Reino Unido también han expresado su malestar a Volodímir Zelenski por sus críticas a lo que entiende como una ayuda insuficiente aliada y le han exigido que muestre un mayor agradecimiento. Al grito de «yo no soy Amazon», en el caso del ministro de Defensa británico. Y el pasado miércoles, el Papa Francisco lanzó una dura crítica a la UE al pedirle «iniciativas valientes de paz» ante la falta de acciones diplomáticas y la apuesta por la vía militar en un conflicto en su propio suelo.

Publicidad

Pero a Zelenski también le preocupa que el limitado éxito de sus tropas en la contraofensiva mine la moral de los aliados. Es cierto que Occidente tenía depositada una exacerbada confianza en este contragolpe, en el que ha echado los restos con blindados, tanques y misiles de largo alcance. Los dos ejércitos luchan y mueren por fracciones mínimas de terreno. Los ucranianos dicen, y no les falta razón, que hay que estar en el frente para conocer esta realidad.

El combate tradicional

Los rusos han instalado unas barreras colosales e inesperadas. Trincheras, minas y drones de vigilancia que detectan a los ucranianos en cuanto se mueven. El Ministerio de Defensa británico comentó este viernes que hasta el crecimiento desmesurado de la maleza en bosques y tierras de cultivo abandonadas por la guerra son una dura prueba para el ejército de Kiev, ya que dificulta la localización de minas y permite a los rusos ocultarse y emboscarlo.

Publicidad

«Nuestra posición desde hace mucho tiempo es que el diálogo y la diplomacia son el camino a seguir»

Ministerio de Exteriores indio

El Pentágono está sorprendido y hasta indeciso. Algunos jefes militares están volviendo en el frente a las tácticas de combate tradicionales ucranianas y a los pequeños grupos de asalto haciendo caso omiso de las lecciones aprendidas durante los cursos de adiestramiento. La estrategia occidental no ha servido de mucho hasta ahora porque ha colisionado con una defensa artillera y minada más sólida de lo previsto. Una maniobra rusa que no esperaban.

Los entrenadores militares enseñaron a las fuerzas de Zelenski el ataque combinado de infantería, artillería y blindados. Pero en junio sólo sirvió para que perdieran numerosos soldados y una quinta parte de los carros alemanes y americanos terminasen aplastados bajo los obuses y las minas antitanque. Es posible que su adiestramiento fuera demasiado breve o muy ligero. Mandos de EE UU han visto con cierto reproche que sólo hayan usado la mitad de la decena de grupos de asalto que entrenaron. Kiev replicó que no estaba dispuesto a perderlos en una carnicería y ha dado garantías de que su contragolpe avanzará, aunque se alargue hasta otoño. Hoy reiterará en Yeda que necesita más armas y aviones de combate F-16.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta 136 Aniversario!

Publicidad