La Justicia francesa mantiene en prisión preventiva al policía acusado de violencia en los disturbios de Marsella

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Beatriz Juez

El policía, perteneciente a la Brigada Anticriminal (BAC) de Marsella, reconoció haber efectuado la noche del 1 al 2 de julio un disparo de un lanzador de balas de defensa (LBD) pero, según su abogado, «no hay ninguna prueba» de que fuera el tiro que impactó en la sien del joven Hedi. La víctima sufrió un traumatismo craneal grave y, tras salir del coma, denunció que sus agresores eran agentes de paisano. El chico fue operado rápidamente pero se espera que vuelva a tener que ser intervenido para reconstruirle el cráneo por razones estéticas –ahora tiene la cabeza deformada– y de salud.

Cuatro policías franceses han sido acusados formalmente de «violencia en grupo» tras haber dado presuntamente una paliza a Hedi, pero tres de ellos están bajo control judicial y sólo uno se encuentra en prisión preventiva. Su encarcelación, poco después de la imputación de otro agente por haber matado de un tiro a finales de junio al adolescente Nahel en Nanterre, provocó la indignación en el cuerpo policial.

En señal de protesta, numerosos agentes, especialmente en las comisarías del sur de Francia, han decidido realizar servicios mínimos o pedir una baja médico. Se desconoce el número exacto de policías que hacen hoy huelga de celo en el país.

Marsella fue, al igual que otras ciudades francesas, escenario de disturbios tras la muerte de Nahel, un francoargelino de 17 años, a las afueras de París por un tiro de la Policía en un control de tráfico el pasado 27 de junio.