Italia inmoviliza la nave humanitaria de Médicos Sin Fronteras

Las sanciones habían sido pedidas por la Autoridad Portuaria de Ancona, donde el buque de Médicos Sin Fronteras realizó su último desembarco, el de 48 migrantes a los que había salvado en el Canal de Sicilia. La organización humanitaria consideró «inaceptable» lo sucedido y anunció acciones legales para responder a la decisión de las autoridades italianas. Con el nuevo decreto ley a las ONG podrían caerles hasta 50.000 euros de multa y dos meses de inmovilización de sus barcos, que están además obligados a dirigirse a puerto en cuanto se realiza un salvamento, lo que impide llevar a cabo más de una operación.

Estas organizaciones han criticado duramente la normativa porque, a su juicio, se limita a poner obstáculos a su trabajo en el Canal de Sicilia y esto puede suponer que aumente el número de migrantes fallecidos por falta de socorro. Desde 2014 han muerto o desaparecido más de 20.000 personas en el Mediterráneo Central.

Pese a que Meloni ganó las elecciones generales del pasado mes de septiembre con la promesa de poner freno a la inmigración ilegal, lo cierto es que la cifra de desembarcos no ha parado de crecer en los últimos meses respecto a los años anteriores. Según los datos oficiales ofrecidos por el Ministerio del Interior, entre principios de 2022 y el pasado 23 de febrero llegaron a Italia a través del Mediterráneo Central más de 13.000 personas, frente a las 5.200 del mismo período del ejercicio anterior y a las 4.100 contabilizadas en 2021. Menos del 8% de los migrantes y refugiados que recalan en Italia tras zarpar desde las costas del norte de África lo hace tras ser rescatados por una nave de una ONG, mientras que el 92% restante ha sido socorrido por barcos del Estado italiano o llega a tierra por sus propios medios.