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La Fiscalía de Marsella investiga la muerte de un hombre de 27 años en la noche del pasado sábado al domingo durante los disturbios por el fallecimiento del joven Nahel a manos de un policía hace una semana. De momento, se ignora si participaba en ... los altercados o los saqueos que han tenido lugar en los últimos días en la ciudad gala o si casualmente pasaba por ahí cuando «probablemente» recibió en el pecho el impacto de un proyectil «tipo 'flash-ball'» -una pelota de goma de alta potencia- que es muy utilizado por los agentes antidisturbios del país en manifestaciones violentas.
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El hombre fue encontrado herido en el centro de Marsella y fue trasladado al hospital, donde no pudieron hacer nada para salvar su vida. La autopsia ha permitido establecer que el fuerte impacto que recibió sobre el pecho le «provocó una parada cardiaca y la muerte poco después».
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La Policía francesa es con frecuencia criticada por utilizar lanzadores de balas de defensa (LBD), un arma no letal que lanza estos proyectiles tipo 'flash-ball'. Su uso puede provocar graves lesiones si se lanza a corta distancia e incluso la pérdida de un ojo si el tiro impacta en la cara, como ya ocurrió durante las manifestaciones de los 'chalecos amarillos'.
Francia ha vivido una semana de disturbios y saqueos desde la muerte en Nanterre el pasado 27 de junio de Nahel, un adolescente de 17 años, de un tiro de la Policía en un control de tráfico a las afueras de París. La noche del martes al miércoles fue más tranquila que las anteriores, con un balance de 16 detenidos y ningún policía herido. Ls seis primeros días de las protestas dejaron 3.625 arrestados, de los que 1.124 son menores de edad, según datos del Ministerio del Interior.
Hasta ahora, 990 personas han pasado a disposición judicial, 480 de ellos por la vía rápida de las comparecencias inmediatas. Los altercados han provocado, además, importantes daños materiales y pérdidas a empresas.
Las fuerzas de seguridad francesas detuvieron en la noche del martes al miércoles 'sólo' a 16 detenciones, una cifra muy inferior a la registrada en jornadas anteriores que confirmaría la vuelta a la calma en las protestas tras la muerte de Nahel. El propio presidente, Emmanuel Macron, dio por superado el «pico» de los disturbios aunque apostó por ser «muy prudente» en cuanto a la posibilidad de que las tensiones hayan concluido por completo.
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