Seis horas de angustia en Países Bajos por el secuestro de varias personas en un pub

La alarma saltó en torno a las 6.30, apenas dos horas después de que el bar Petticoat diera por terminada la sesión musical que había reunido a decenas de personas. Era «una noche normal», ha relatado Dj Zapre Gulev, uno de los invitados al evento, a la cadena NOS. «Después de la fiesta charlé con el organizador. No pasaba nada en ese momento», ha explicado. En el local dejó a cuatro empleados (dos hombres y dos mujeres) y no fue hasta que su móvil comenzó a recibir un mensaje tras otro donde le preguntaban si se encontraba bien cuando se enteró de lo ocurrido. Para entonces, los vecinos del pub ya habían abandonado sus casas por orden policial.

Los agentes han evacuado unas 150 viviendas cercanas a Petticoat y han cerrado el centro de Ede al paso de cualquier persona ante la posibilidad de que el secuestro derivara en una tragedia mayor pues se temía que el sospechoso pudiera llevar explosivos. De hecho, hasta el lugar del suceso han llegado artificieros, bomberos y varios francotiradores se han colocado en los tejados. Una situación «terrible», ha reconocido el alcalde, René Verhulst, que ha decidido abrir las puertas de la Casa Consistorial como lugar de acogida para los vecinos que se han visto obligados a abandonar sus casas como medida de precaución. Otros han seguido la escena desde el balcón. El silencio en una zona acostumbrada al bullicio era, según medios locales, «sepulcral».

No ha sido hasta casi las 11.30 cuando han salido los tres primeros rehenes, vestidos con el uniforme del bar y las manos en alto, y casi una hora más tarde ha abandonado el lugar el cuarto. Todos están «ilesos», ha tranquilizado Marthyne Kunst, directora del Ministerio Público neerlandés. El último en dejar el pub ha sido el presunto secuestrado. Las autoridades han ofrecido detalles sobre el incidente en una rueda de prensa, en la que han asegurado que la situación llegó a ser «muy grave», en palabras de Anne Jan Oosterheert, la jefa de operaciones policiales en el este de los Países Bajos. «Afortunadamente todo salió bien», ha subrayado.

El hombre llevaba varios cuchillos, que mostró a las personas que tenía retenidas, y una mochila, que no contenía explosivos ni ningún otro material sospechoso como se temió inicialmente. Ahora se investiga si tenía alguna relación con el pub o con sus empleados. El secuestrador, eso sí, es conocido por la Justicia y ha sido condenado por amenazas. En torno a las 15.30, la zona del suceso ha recuperado la normalidad con la retirada del cordón policial.