Humza Yousaf, musulmán de 37 años nacido en Glasgow, es el nuevo líder del Partido Nacional Escocés (SNP), tras el recuento de los votos de los afiliados para elegir al sustituto de Nicola Sturgeon, que renunció al puesto de ministra principal en febrero. El nuevo ... líder obtuvo la victoria con el 52% de las papeletas frente al 48% que consiguió su principal rival, Kate Forbes.
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En sus primeras palabras, Yousaf señaló que sus prioridades son la respuesta a una economía marcada por el coste de las necesidades básicas y la mejora del Servicio Nacional de Salud, de cuya gestión era responsable en el último gabinete de Sturgeon como ministro de Sanidad. «Soy un escocés orgulloso y un europeo orgulloso», dijo para confirmar su oposición al 'Brexit', una postura mayoritaria en la región.
Tras el rechazo generalizado a la estrategia de Sturgeon de convertir las próximas elecciones generales, en 2024, en un referéndum sobre la independencia que diese fuerza a una negociación con Londres, Yousaf aplazó compromisos concretos al respecto. El nuevo ministro principal quiere convencer a los que se oponen a la separación con un buen Gobierno y avivar un movimiento social en favor del 'sí'.
La última encuesta publicada por YouGov da una ventaja de ocho puntos al 'no' y un análisis exhaustivo de Focaldata.com señala que las prioridades de la población son las que señala Yousaf: la situación del Servicio Nacional de Salud y el impacto del aumento de los precios en sus vidas. El SNP sería el partido más votado en unas elecciones generales o autonómicas, pero con diferencias reducidas con respecto a los laboristas.
El líder laborista Anas Sarwar ya ha adelantado que pondrá en cuestión la legitimidad del nuevo líder para formar un Ejecutivo. Es su respuesta a la campaña que realizó el partido independentista en 2001 rechazando la sucesión sin voto del laborista Henry McLeish por Jack McConnell. Pero la coalición del SNP y los Verdes tiene una mayoría amplia en el Parlamento de Edimburgo.
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La elección como ministro principal está prevista para este martes y se decidirá mediante un sistema de eliminación sucesiva del candidato menos votado entre las propuestas que presente cada partido. Si el que logra más apoyos en la primera ronda supera el 50% de los votos, accederá directamente al escaño de la jefatura de Gobierno. El nombramiento oficial por el rey Carlos III ocurrirá el miércoles.
Sólo el candidato del SNP, Yousaf, puede sumar los apoyos suficientes para ganar la votación en primera ronda, pero la campaña electoral ha causado divergencias públicas en un partido que ya padece la marcha de su gran líder, Alex Salmond, y la renuncia de su más popular política. El estratega que lo llevó a desbancar la larga hegemonía laborista en la política escocesa y al referéndum de 2014 lidera ahora un nuevo partido, Alba.
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El enfrentamiento público entre Salmond y su protegida, Sturgeon, quebró la estampa de armonía interna acuñada por el SNP y sus líderes. Se debió a la amargura del primero sobre la gestión de su sucesora, a través de funcionarios y de la Fiscalía, de doce denuncias de acoso sexual y dos de intento de violación cuando era primer ministro. Fueron rechazadas por los tribunales en 2020.
En esta campaña, las estructuras directivas del partido han sido desacreditadas por sucesivas decisiones. En primer lugar, anunciaron que todos los debates se celebrarían a puerta cerrada, con presencia exclusiva de los afiliados. El apoyo evidente de Sturgeon y de su 'establishment' por la candidatura de Humza Yousaf provocó críticas sobre la falta de limpieza en el proceso.
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52%
de los votos de sus compañeros de partido ha logrado Yousaf.
Finalmente, el rechazo de los dirigentes a la petición de que se les informase del número de afiliados con derecho a voto llevó a Ash Regan y Kate Forbes a enviar una carta pública. El embrollo terminó con la dimisión de Peter Murrell, consejero delegado del SNP y marido de Sturgeon, que ocultaba el descenso de militantes a 72.000 desde un pico de 125.000 en 2015.
Forbes agudizó las tensiones durante la campaña por su honestidad en la expresión de sus ideas religiosas- pertenece a una minúscula iglesia presbiteriana- y sus críticas a Yousaf, al que calificó de incompetente en las carteras que ha tenido a su cargo en los gabinetes de Sturgeon. La crítica de la joven política a la mediocridad de los gobiernos del SNP será recordada por laboristas y conservadores.
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A Yousaf le han apoyado parlamentarios en Londres y en Edimburgo, pero las encuestas daban ventaja a Forbes entre los electores y una notable falta de confianza en el elegido.
A Humza Yousaf le ha cogido la elección como nuevo jefe del SNP en pleno Ramadán. El futuro ministro principal de Escocia -su designación se producirá el martes- se convertirá en el primer musulmán en asumir este cargo. Tiene sólo 37 años y nació en Glasgow aunque las raíces de su familia se encuentran a unos cuantos kilómetros: en Pakistán, de donde procede su padre, y Kenia, el país de origen de su madre. Yousaf, casado y con una hija, Amal, estudió Políticas en la Universidad de su ciudad y ya entonces destacó como líder de la asociación de estudiantes musulmanes y activista social de la comunidad paquistaní. La política le interesó desde muy temprano. A los 14 años ya militaba en el partido que ahora le toca dirigir y con 26 se convirtió en diputado. No tardó tampoco en ganarse la confianza de sus predecesores al frente del Gobierno escocés. Con Alex Salmond ejerció como asistente y con Nicola Sturgeon lideró las carteras de Transportes, Justicia y Sanidad. Ahora deberá formar su propio gabinete. (Por María Rego).
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