Huelga en la Rai para dejar de ser 'TeleMeloni'

La injerencia gubernamental ya saltó a la luz hace dos semanas al ser censurada la emisión de un monólogo sobre el fascismo del escritor Antonio Scurati, autor de 'M', una exitosa biografía sobre Benito Mussolini, en el que recordaba la relación del partido de Meloni con esa ideología totalitaria.

«Está en peligro la autonomía y la independencia de los periodistas», denunció Daniele Macheda, secretario del sindicato Usigrai, lamentando que lo sucedido con Scurati no suponga un evento aislado. «Estamos muy preocupados por lo que está pasando no sólo en la Rai sino con el estado de la libertad de prensa en todo el país». Macheda puso como ejemplo que la propia Meloni haya tachado de «linchamiento» el reportaje emitido por Report, un programa de investigación del canal televisivo Rai3, dedicado a los polémicos centros que Italia construirá en Albania para internar a los migrantes que tratan de llegar a Europa cruzando el Mediterráneo.

«Siempre ha habido un control político de la Rai que hemos denunciado para tratar de que quedara fuera del ámbito del Gobierno. Pero ahora la situación ha empeorado y se trata de una lucha cotidiana cuerpo a cuerpo para tratar de mantener la independencia de las noticias», aseguró el representante sindical.

Vittorio de Trapani, presidente de la Federación Nacional de la Prensa Italiana, consideró por su parte que el Ejecutivo ha desplegado una campaña de «revisionismo histórico, cultural, político y social para reescribir la historia de este país» por medio de la Rai, por lo que no puede consentir que haya mensajes de disenso con el poder dentro de sus canales y emisoras. «No se trata sólo de una cuestión italiana o de libertad de prensa, sino de un ataque a las libertades constitucionales en un país de la Unión Europea», denunció De Trapani.

Italia se sitúa en el puesto 46 en la lista sobre la libertad de prensa que elabora cada año Reporteros Sin Fronteras, colocándose así en el furgón de cola entre las naciones europeas. Además de las amenazas que ejercen los grupos mafiosos, los periodistas denuncian las presiones de los partidos y, en particular, la nueva ley que pretende aprobar el Gobierno para castigar con penas de hasta tres años de cárcel a los reporteros que publiquen noticias transmitidas por fuentes que hayan cometido un delito al divulgarla.

Sigfrido Ranucci, presentador del programa Report, sabe mucho sobre las trabas que los partidos de la coalición gubernamental ponen a los medios: numerosos políticos lo han denunciado por sus investigaciones, aunque hasta ahora todas las causas han sido archivadas. «Tratan de que entremos en una dinámica de la alabanza», lamentó en un encuentro con corresponsales extranjeros.