T. Nieva
Lunes, 12 de agosto 2024, 15:39
La Policía Metropolitana de Londres arrestó este lunes a un hombre por el apuñalamiento de una mujer de 34 años y una niña de 11 en Leicester Square, una zona situada en pleno centro de la capital británica y muy frecuentada por turistas. La opinión pública del Reino Unido está muy sensibilizada tras el asesinato el 29 de julio de tres niñas en Southport que desató una semana de incidentes callejeros tras la difusión de bulos sobre el origen del agresor. Las dos víctimas, cuyas identidades no fueron facilitadas, están hospitalizadas, pero se desconoce por el momento el alcance de sus heridas. La investigación no ha arrojado indicios de que se trate de un acto terrorista.
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En el suceso registrado este lunes en esta zona comercial de la capital tuvo una intervención decisiva un guardia de seguridad de un establecimiento cercano. Se llama, según los medios británicos, Abdullah. Escuchó gritos, salió a ver qué sucedía y se topó con el agresor, a quien redujo. «Vi un tipo con un cuchillo, salté al instante sobre él y lo agarré de la mano. Lo tumbé y aparté el arma de una patada», declaró en la BBC. En un vídeo se ve al individuo que protagonizó el ataque, un joven blanco, delgado y con la nuca casi rapada.
Además de Abdullah, otras personas retuvieron al agresor hasta que fue arrestado por miembros de la Policía. «Los agentes están en el lugar del apuñalamiento en Leicester Square. Un hombre ha sido detenido y se encuentra bajo custodia. No creemos que haya ningún otro sospechoso», señalaron fuentes policiales. «Dos víctimas, una niña de 11 años y una mujer de 34, han sido trasladadas al hospital y esperamos una actualización sobre su estado», agregaron.
Las fuerzas del orden implantaron un cordón policial alrededor del lugar del ataque. En Londres, en los últimos años, han aumentado este tipo de sucesos con arma blanca, sobre todo por parte de jóvenes.
El autor de la masacre de Southport fue identificado como Axel Rudakubana, un adolescente de 17 años nacido en Gales de padres ruandeses. Mató a puñaladas a tres niñas e hirió o otros ocho menores y a dos adultos. A través de las redes sociales se difundió el bulo de que era un inmigrante ilegal. Grupos de extrema derecha lo aprovecharon para provocar disturbios en varias ciudades. Hubo centenares de detenidos hasta que varias manifestaciones populares de apoyo a los extranjeros rebajaron la tensión en las calles.
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