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José C. Martínez
Lunes, 19 de febrero 2024
La deserción de un piloto ruso y su entrega a Ucrania para operar en favor del Gobierno de Volodímir Zelenski parece estar detrás del asesinato a tiros ocurrido la semana pasada en el municipio alicantino de La Vila Joiosa. La víctima del crimen fue ejecutada ... sin piedad y recibió varios disparos que acabaron con su vida tras sufrir una emboscada en el garaje comunitario del bloque de apartamentos donde trataba de comportarse con la máxima discreción.
Desde el primer momento llamó la atención la brutal forma de actuar de los asesinos, quienes incluso persiguieron a su objetivo cuando intentaba huir a pie por la rampa de salida del estacionamiento, hasta que se cercioraron de que habían puesto fin a su existencia. Acto seguido, huyeron a bordo de un vehículo al que prendieron fuego para asegurarse de no dejar rastro alguno. El coche fue localizado más tarde en El Campello, relativamente cerca del lugar del homicidio.
El fallecido fue identificado entonces como un ciudadano ucraniano de 33 años. Sin embargo, las pesquisas dieron ayer un vuelvco absoluto. Medios ucranianos publicaron que el joven tiroteado en la provincia de Alicante es, en realidad, Maksym Kuzminov, un piloto ruso que en agosto del año pasado voló con su helicóptero hasta el frente bélico dominado por Ucrania y se entregó a las autoridades lideradas por Volodímir Zelenski. Supuestamente, lo hizo tras aceptar 500.000 euros y el ofrecimiento ucraniano de comenzar a trabajar en favor de los intereses del país invadido por Rusia.
Los especialistas de la Guardia Civil de Alicante ya han abierto una investigación, complementaria a la del propio asesinato, para esclarecer la identidad de la víctima y confirmar si, como todo apunta, se trata del militar que traicionó a Vladímir Putin. Varios medios moscovitas se han hecho eco de la noticia, aunque anoche subrayaban que nadie había identificado aún al «piloto traidor».
El cadáver fue localizado a las 17.40 horas del pasado día 13, rodeado de casquillos de bala. Una llamada al 112 permitió poner en marcha un amplio operativo policial liderado por la Comandancia de la Guardia Civil de Alicante.
Portavoz ucraniano
Un miembro de la Dirección de Inteligencia del Ministerio de Defensa ucraniano, Andrei Yusov, confirmó tanto a la agencia UNIAN como al diario 'Kiev Post' que el militar ruso Maksim Kuzminov había sido hallado muerto en España, si bien no quiso entrar en detalles sobre las circunstancias exactas de la muerte.
Su deserción se produjo el 9 de agosto de 2023 y fue publicitada por el Gobierno de Kiev, que incluso editó un documental con la historia. Kuzminov fue captado por el servicio de Inteligencia ucraniano, que desde meses antes había desarrollado una campaña entre los pilotos rusos para huir a Ucrania con sus aeronaves. La iniciativa pretendía que los militares trasladasen documentos relevantes, de interés para Kiev, pero también aviones y helicópteros intactos para que pudieran ser utilizados por los propios pilotos de Zelesnki en la guerra.
Kuzminov desertó de forma voluntaria llevando consigo un helicóptero Mi-8, una nave de transporte susceptible de convertirse en una amenaza de primer orden cuando es artillada y equipada con misiles guiados. El aparato transportaba piezas de dos de los principales aviones de la Fuerza Aérea Rusa, los cazas Su-27 y Su-30SM, aemás de documentación sensible.
El piloto despegó desde el aeropuerto de Járkov, a unos veinte kilómetros de la frontera, y voló con la radio silenciada y apenas a unos metros sobre el suelo hasta un terreno de Ucrania previamente acordado con los agentes de Inteligencia. En el helicóptero viajaban otros dos militares, compañeros de Kuzminov y ajenos a toda la trama. Cuando aterrizaron, soldados ucranianos les conminaron a desertar. Rechazaron la oferta y fueron asesinados.
Kuzminov explicó posteriormente que había abandonado Rusia porque estaba en contra de la invasión de Ucrania. «Lamento lo que está ocurriendo, los asesinatos, las lágrimas, la sangre», dijo en el documental difundido por los servicios de Inteligencia. Además, recalcó que en Ucrania no había «ni fascistas ni nazis», como aseguraba Moscú. «No quiero ser cómplice de los crímenes rusos», sostuvo.
A partir de ese momento, consciente de que el Kremlin lo tenía en su objetivo, el piloto redujo su exposición pública y pasó a un segundo plano. Andrei Yusov confirmó ayer que decidió abandonar Ucrania y «mudarse a España». Precisamente, su asesinato se produjo a escasa distancia de unas urbanizaciones donde residen numerosos ciudadanos rusos y ucranianos.
La investigación emprendida en Alicante, que ahora adquiere unas dimensiones que van mucho más allá de lo meramente provincial, busca determinar si el joven tiroteado en La Vila Joiosa ha sido víctima de una ejecución por traición a Rusia, como se afirma desde Ucrania.
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