Una lancha de la Armada italiana se aproximan a un bote neumático lleno de inmigrantes cerca de la costa de Lampedusa Marina militar italiana

El Gobierno de Meloni acusa a Rusia de espolear la inmigración ilegal hacia Italia

Los mercenarios del grupo Wagner, con presencia en varios países africanos, desarrollarían según Roma una «guerra híbrida» en represalia por el apoyo a Ucrania

Darío Menor

Roma

Martes, 14 de marzo 2023, 14:02

La guerra híbrida que, según los países occidentales, está protagonizando Rusia para hacerles pagar su apoyo a Ucrania podría estar empezando a tener consecuencias en el Mediterráneo Central. Es lo que sostiene el ministro de Defensa del Gobierno de Roma, Guido Crosetto, que el lunes ... echó la culpa a Moscú del vertiginoso aumento de las llegadas de inmigrantes a Italia, donde han desembarcado más de 20.000 personas en lo que llevamos de 2023, tres veces más que en el mismo período del año anterior.

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Para Crosetto, este crecimiento exponencial «en manera no indiferente» es fruto de una «estrategia clara de guerra híbrida» llevada a cabo por la compañía de mercenarios rusa Wagner, con presencia tanto en el frente de Ucrania como en varios países africanos. Entre ellos está Libia: en la zona oriental controlada por el general Jalifa Haftar habría desplegados unos 2.000 miembros de esta compañía de soldados de fortuna. Precisamente desde esa región se habría producido un aumento en el número de naves que zarpan cargadas de inmigrantes para intentar llegar a las costas italianas.

A Crosetto, que pidió a la Unión Europea y a la OTAN que tomen conciencia de que «el frente sur es cada día más peligroso», no ha tardado en responderle el jefe de Wagner, Yevgueni Prigozhin, que además de llamarle «gilipollas», ha asegurado no estar al corriente de lo que sucedía con la crisis migratoria. «No nos ocupamos de ello, tenemos un montón de problemas de los que preocuparnos», ha dicho en un mensaje publicado en sus redes sociales, en el que pidió al ministro de Defensa italiano que «mirara menos en otras direcciones y se ocupe de sus problemas, que probablemente no ha conseguido resolver».

Las acusaciones de Crosetto al grupo mercenario ruso no fueron a título personal: también se manifestó en la misma línea el ministro de Asuntos Exteriores, Antonio Tajani. Incluso la jefa del Ejecutivo, Giorgia Meloni, insistió el lunes en la necesidad de no dejar que los países africanos caigan en las manos de «los Wagner y los fundamentalistas». Esta tesis se sustenta en los informes de los servicios de inteligencia occidentales, que llevan meses advirtiendo sobre la influencia creciente de los mercenarios a sueldo de Moscú en países subsaharianos como República Centroafricana, Malí o Sudán, además de la ya mencionada Libia.

Un reciente informe sobre la inmigración realizado por los servicios secretos italianos señalaba que sólo en el país norteafricano hay cerca de 700.000 inmigrantes que esperan su oportunidad para cruzar el Canal de Sicilia y desembarcar en Italia, según informó el 'Corriere della Sera'. En 2022 fueron 104.000 los irregulares que llegaron al territorio italiano a través del Mediterráneo, una cifra que el Ejecutivo de Meloni teme que pueda superarse con creces este año si no se produce un cambio de tendencia respecto a lo vivido en estos primeros meses. Para ello incluso valora desplegar un bloqueo naval utilizando la Marina militar.

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