El primer ministro francés, Michel Barnier, al concluir la primera reunión de su gabinete. AFP

El Gobierno de Barnier y Macron arranca con la promesa de «modestia» y «firmeza»

El mandatario conservador francés celebra su primer Consejo de Ministros y tiene previsto pronunciar su discurso de política general el 1 de octubre, en plena huelga nacional

Enric Bonet

París

Lunes, 23 de septiembre 2024, 19:40

Más gestión y menos comunicación. El Gobierno del binomio Michel Barnier (primer ministro) y Emmanuel Macron (presidente) dio este lunes sus primeros pasos prometiendo un cambio de estilo, pero una orientación parecida en las políticas. Tras el breve paso por la jefatura del Ejecutivo del ... ambicioso Gabriel Attal, de 35 años, el veterano Barnier, de 73, quiere marcar perfil propio llevando las riendas de un gabinete «más modesto» y que no haga grandes promesas que frustren a la población al verse incumplidas.

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El exnegociador europeo del Brexit ha pedido a sus ministros «que actúen más que comuniquen. Y que actúen antes de comunicar». «No quiero ninguna fanfarronería, por favor», ha insistido el mandatario conservador por la mañana. Pocas horas después, participó en su primer Consejo de Ministros en el Elíseo. Tras dos semanas de largas y tensas negociaciones, precedidas por dos meses de interinidad gubernamental después de las elecciones legislativas en que ganó por la mínima la coalición unitaria de la izquierda, la presidencia gala anunció el sábado por la tarde los ministros del gabinete de Barnier. Por un lado, destaca por ser el Ejecutivo con un perfil más conservador desde 2012 en Francia. Por el otro, sorprende por la presencia de numerosos dirigentes poco conocidos.

Entre los nuevos ministros probablemente el más mediático es Bruno Retailleau, designado al frente de la cartera de Interior. El hasta ahora presidente de Los Republicanos (LR) en el Senado pertenece a uno de los sectores más duros del conservadurismo galo. «Debemos actuar con más valentía y firmeza. (…) Los franceses quieren más orden, más orden en la calle y más orden en las fronteras», dijo Retailleau, cuya presencia en la Plaza Beauvau ha sido interpretada como un guiño hacia Marine Le Pen.

Presupuestos y reforma de las pensiones

Al contar solo con el apoyo de 212 diputados (de un total de 577), el gabinete de Barnier dependerá de la voluntad de la ultraderechista Agrupación Nacional. De hecho, el 'premier' abrió la puerta el domingo a la supresión de la ayuda médica estatal (AME), que permite a los extranjeros en situación irregular que sean atendidos en la sanidad pública. Su eliminación es una reivindicación histórica de la derecha radical.

No obstante, las próximas patatas calientes para el Gobierno no consistirán en los temas de seguridad e inmigración, sino en la elaboración de los presupuestos del 2025 y la voluntad de la oposición de izquierdas y de la extrema derecha -juntas superan el umbral de la mayoría absoluta- de derogar la impopular reforma de las pensiones del año pasado. El actual borrador de las cuentas contempla unos recortes de unos 10.000 millones de euros. Ese tijeretazo del gasto público, sin embargo, podría acentuarse teniendo en cuenta que las previsiones apuntan que Francia cerrará este año con un déficit público del 6%.

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Para evitar unos presupuestos que incendien a la bulliciosa sociedad gala, Barnier ha abierto la puerta a la creación de impuestos especiales para las multinacionales y grandes fortunas. Pero varios pesos pesados del macronismo consideran que subir las tasas representa una línea roja. El arranque otoñal no se presenta nada fácil para el primer ministro. Una coincidencia en el calendario lo ejemplifica: pronunciará su discurso de política general el 1 de octubre coincidiendo con una huelga nacional convocada por la CGT (segundo sindicato del país) y otras organizaciones.

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