La resaca de los disturbios condiciona la celebración de la fiesta nacional francesa

El jefe de Estado galo recorrió la avenida subido en un 'jeep' militar descapotable y pasó revista a las tropas antes del desfile militar, acompañado del general Thierry Burkhard, jefe del Estado Mayor de los Ejércitos. Durante el camino, el presidente fue aplaudido, aunque también abucheado por algunos espectadores. «Macron, dimisión», se oyó gritar.

El desfile contó con un invitado de honor: el primer ministro indio, Narendra Modi. El jefe del Elíseo le condecoró con la Gran Cruz de la Legión de Honor, la máxima distinción que un presidente francés puede conceder. Ambos países celebran el 25 aniversario de su asociación estratégica, que París quiere reforzar para influir en Asia-Pacífico. Coincidiendo con su viaje, Modi confirmó la compra a Francia de 26 aviones caza 'Rafael' y tres submarinos 'Scorpène'.

La invitación de Macron al ultranacionalista Modi fue criticada por la izquierda y varias ONG por su gobierno populista y nacionalista hindú y su violencia contra la minoría musulmana. «El error del 14 de julio: desplegar la alfombra roja a la extrema derecha india», opinó Marine Tondelier, secretaria nacional de Europa Ecología-Los Verdes (EE-LV) en el diario 'Libération'.

En el desfile, de unas dos horas y media, hubo 6.500 participantes, 157 vehículos, 62 motos, 200 caballos de la Guardia Republicana, así como 68 aviones y 28 helicópteros. Unos 240 miembros de las Fuerzas Armadas indias, algunos con su tradicional turbante en la cabeza, desfilaron también.

La parada militar fue inaugurada por los aviones de la Patrulla de Francia que dibujaron la bandera en el cielo de París y fue clausurado por la Legión Extranjera. Durante el acto, se interpretó La Marsellesa, el himno nacional, y también el Canto de los Partisanos.

Este año Francia se blindó para celebrar el 14 de julio ante el temor de nuevos disturbios dos semanas después de la muerte de Nahel. Unos 130.000 policías fueron movilizados para tratar de mantener el orden. Según las autoridades, la madrugada del 13 al 14 de julio fue «relativamente tranquila». El balance fue de 218 vehículos incendiados, 97 detenidos y tres agentes heridos.

Varias localidades, como Nanterre, suspendieron los fuegos artificiales, por miedo a un resurgir de la violencia urbana. Esto no ocurrió en la capital, donde los parisinos y turistas disfrutaron de un magnífico espectáculo pirotécnico desde la Torre Eiffel.