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La calma pende de un hilo en Francia. Aunque el caos ha disminuido tras los seis intensos días de violentas protestas por la muerte de Nahel, un chico de 17 años que recibió un disparo de un policía, la amenaza de disturbios sigue vigente. Una ... nueva manifestación se desplegó este domingo en París contra el arresto producido el sábado de Youssouf Traore –hermano de un joven negro que murió en 2016 bajo custodia policial–, que había estado ese día en una marcha prohibida por el Gobierno galo en memoria de su familiar.
La detención de Traore fue grabada por testigos. El vídeo muestra cómo el chico se resiste antes de ser derribado al suelo por varios uniformados. Poco después fue llevado al hospital por una lesión en un ojo y este domingo quedó en libertad provisional. Traore fue una de las 2.000 personas que se unieron el sábado a una manifestación contra la violencia policial. La protesta había sido prohibida por el Ejecutivo francés, pero los ciudadanos desoyeron el veto.
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Este domingo se repitió la historia. Un centenar de asociaciones, sindicatos y partidos políticos de la izquierda convocaron una «movilización masiva» en rechazo a la represión de las autoridades. Consternada, la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, tachó de «provocación evidente» la presencia de funcionarios en las concentraciones mientras todos coreaban «el mundo odia a la Policía».
El Comité para la Eliminación de la Discriminación Racial (CERD) de Naciones Unidas también había denunciado «graves problemas» de racismo entre las fuerzas de seguridad galas. Pero el Gobierno francés rechazó esas críticas clasificándolas de «excesivas» e «infundadas». El Ejecutivo deploró el «olvido» del CERD de los actos cometidos en los últimos días contra uniformados, negocios y mobiliario urbano.
Ante este escenario de tensión, el país teme un nuevo estallido de violencia durante la fiesta nacional que se celebrará el viernes. Por ello, el Gobierno ha publicado este domingo un decreto que prohíbe la venta de fuegos artificiales durante esa jornada y la siguiente. Estos artefactos se han utilizado contra los policías y gendarmes durante las noches de disturbios. La primera ministra, Élisabeth Borne, ha explicado que «los representantes y residentes con los que me he encontrado están bastante nerviosos sobre la posibilidad de que ocurran nuevos incidentes» de cara al 14 de julio. Además, ha anunciado que los actos programados para ese día también estarán protegidos por un gran despliegue policial.
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