Francia entra ya de nuevo en campaña

Agrupación Nacional, el partido de Marine Le Pen y Jordan Bardella, obtuvo el 31,47% de los votos, un porcentaje que dobla a Renacimiento, el partido del inquilino del Elíseo, que sólo logró el 14,56%. 'Apuesta loca', 'Apuesta extrema' o 'Jugada arriesgada y peligrosa' fueron algunos de los titulares de la prensa ante el órdago de Macron que provocó «un seísmo» político. «Tengo confianza en la capacidad del pueblo para tomar la decisión más justa para él y para las generaciones futuras. Mi sola ambición es ser útil a un país que amo tanto», insistió este lunes Macron en la red social X para dejar claro que se mantenía firme.

Este lunes se supo también que el primer ministro, Gabriel Attal trató de convencer al jefe de Estado para continuar con la legislatura. Para ello ofreció su dimisión, según la cadena de televisión privada BFMTV. Asimismo fue desoída la presidenta de la Asamblea Nacional, Yaël Braun-Pivet, que apostaba por «el camino de una coalición y de un pacto de gobierno».

Agrupación Nacional, el partido de Le Pen, no se vio sorprendido por la rotura de la baraja por parte de Macron. Contemplaba ese escenario que le llevó a ganar en nueve de cada diez comunas municipales. Sí pilló descolocadas a otras formaciones, sin nada preparado para volver a elegir a los 577 diputados. Los franceses votarán tres veces en un mes.

«Este proceso electoral tendrá las consecuencias más graves de la historia de la Quinta República», advirtió el ministro de Economía, Bruno Le Maire, ante una eventual victoria de la extrema derecha en las legislativas tras haber arrasado en las europeas. «Debemos luchar por Francia y sus ciudadanos. Tenemos tres semanas para convencerles», añadió.

El único que conoce su futuro es el propio Macron, que seguirá hasta 2027, abriendo así «un nuevo capítulo en la historia», según los medios de comunicación. Es la primera vez en la Quinta República en que el presidente disuelve la cámara legislativa después de que su partido haya perdido unas elecciones. Antes se había hecho para evitar la cohabitación. Las urnas decidirán quién es el nuevo primer ministro y si se dará o no esta opción, es decir, que el poder ejecutivo se ejerza de manera compartida por un jefe de Estado y un jefe de Gobierno que son adversarios políticos.

Esto ya ha ocurrido en tres ocasiones en la Quinta República. Jacques Chirac (derecha) fue primer ministro del presidente socialista François Mitterrand entre 1986 y 1988; Édouard Baladour (derecha) dirigió el Gobierno con Mitterrand en el Elíseo entre 1993 y 1995; y el socialista Lionel Jospin compartió el poder con Chirac entre 1997 y 2002.

Los escenarios posibles son varios. Si el partido de Le Pen obtiene la mayoría absoluta en la Asamblea Nacional y logra al menos 289 de los 577 escaños (ahora tiene 88), Macron se vería obligado a nombrar un primer ministro de extrema derecha y Jordan Bardella entraría en Matignon. Una segunda opción puede contemplar que Agrupación Nacional obtenga una mayoría relativa y Bardella sea nombrado primer ministro. Como tercera hipótesis Macron podría ganar su órdago y lograr la mayoría absoluta, algo poco probable dado el descontento.

También se podría dar que el hemiciclo sea ocupado por tres bloques sin dominios claros, que la izquierda se una y sume la mayoría o incluso que Macron, no satisfecho con los resultados, vuelva a llamar a votar. La Constitución, sin embargo, se lo prohíbe hasta que pase un año.

Si este domingo se celebraran las legislativas, Le Pen cosecharía el 34% de los votos y podría obtener una mayoría relativa al sentar a entre 235 y 265 de sus diputados a la Asamblea Nacional, según un primer sondeo de Harris Interactive-Toluna para la revista 'Challenges'. La Nupes (la alianza de partidos de izquierda) lograría la segunda posición con un 22%. La mayoría presidencial se situaría en tercera posición con 19%. Incluso si el partido de Macron se aliara con Los Republicanos (derecha moderada, 9% de intención de votos) no podría formar Gobierno, según la encuesta.

No hay tiempo que perder porque los partidos deberán designar candidatos antes del domingo, mientras los alcaldes denuncian dificultades para organizar dos escrutinios en tan breve plazo de tiempo y en vísperas de las vacaciones de verano y de los Juegos Olímpicos. Además la disolución de la Cámara baja ha provocado la suspensión de proyectos de ley como el de la legalización de la eutanasia y el suicidio asistido. Todo comenzará de cero cuando se constituya la nueva Asamblea.